Revista Viajes

Israel, el príncipe de las tinieblas

Por Belilo @BeatrizLizana

Gracias Isra por el cruce de caminos y tu tiempo. Esta entrada se lee junto a esta otra y en lo superficial ambas tratan sobre la rutina, en el trasfondo, el poso es la soledad.

—¿Me estás haciendo una foto?

Mierda, me ha pillado.

Rebobinando

Hace quince minutos que saqué el móvil para inmortalizar con su cámara una parada en la que no había ni un alma. “Nadie a las cuatro de la mañana” podría ser un título para un libro, para un post, para tirarlo a la basura. Sigo con mi fascinación por el metro y las fotos: de la escalera mecánica, del suelo, de la pared, de un ratón que huye detrás de la máquina expendora. Me subo y sigo con lo mío aunque ya no estoy sola. La compañía crece exponencialmente según el metro se acerca al centro de la ciudad y entonces esta foto:

historias-de-metro-xperimentando-blog-de-viajes

Las fotografías las prefiero con gente en su interior y sin embargo esta (no) va vacía.

—¿Me estás haciendo una foto?
—No, no.

Le miento. Tenía la intención de rellenar ese banco frente a mí en una serie de cinco fotografías según se fuera ocupando, aguantando el móvil sin mucho disimulo. Es tan tarde que la gente no es muy consciente del circo que le rodea pero este tipo parece que se está quejando.

—¿No me estabas haciendo una foto? Pues entonces hazme una. Chicas, poneos.

el-principe-de-las-tinieblas-xperimentando-blog-de-viajes

Él reconoció mi acento de Jaén y yo el suyo madrileño. Intercambiamos cuatro palabras clave y el “número de whatsapp” con la foto de marras (ahora ya no se pide el teléfono, ahora se pide el whatsapp).

A la tarde siguiente

Lo convoco a un café. Le explico brevemente a este pelirrojo que tengo un proyecto con fotos en blanco y negro donde, si se deja, también aparecerá su rostro. Quiero fotografiar y entrevistar a alguien que no conozco absolutamente de nada y le agradezco que se preste al experimento. Cómo no, hablamos de motivaciones y trabajo.

israel-el-principe-de-las-tinieblas

…Bueno, cuando le dije a mis amigas que había quedado con la chica de la foto del metro tampoco me hicieron mucho caso. Tengo una flor en el culo para sociabilizar, es un poco raro estar aquí tomando un café con alguien que apenas conozco pero ya de nada me sorprendo.

…¿Has buscado qué significa mi nombre en la wikipedia antes de venir? Sí, ya sabía que Israel significa “Príncipe de las llamas” o “Príncipe de las tinieblas”. ¡Para flipar un rato!

…¿Viajar? Me gusta bastante y a veces lo he hecho en solitario, es un buen ejercicio de introspección. Estuve en Praga porque una vez vi un documental de la ciudad y me llamó mucho la atención. En Malta me fui a ver un partido de la selección maltesa y me sorprendió que hubiese más extranjeros que locales viendo el partido. Son muy de barrio allí. Yo casi me ahogo en el Blue Lagoon cuando trataba de cruzar a la isla de Comino a pie, aquello parece un charco pero no me di cuenta que el mar me estaba tragando. Portugal la recorrí desde Lisboa hasta Sagres, esto fue justo después de que me echasen de mi trabajo.

…Trabajé durante un tiempo en el mantenimiento de parques infantiles con una empresa pública pero, oh, hicieron un ERE. Me quemé de Móstoles y Madrid y se me despertaron otras inquietudes. Por eso empecé viajando por Portugal hasta que se me encendió la bombilla y tiré para Inglaterra.

…No, yo no hablaba inglés, lo que sé lo he aprendido en la calle. ¿Brighton? Lleno de españoles. En realidad casi siempre acabo juntándome con mis compatriotas cuando salgo fuera. No sé cómo nos las apañamos, pero es una atracción brutal. Ahora echo de menos a toda la gente que conocí allí. Éramos un batiburrillo de gente con personalidades e intereses distintos pero hicimos mucha piña. Los echo mucho de menos.

…Me volví a España un año después porque si no lo hacía perdía el derecho a la prestación por desempleo, que era mucho lo que me quedaba. Cuando me quedé parado cobré 3 meses en España, exporté otros 3 para cobrarlos desde Brighton y estando allí lo prorrogué por otros 3. Me lo quise tomar como si fuese el Erasmus que nunca tuve, sin presiones, pero llegó un momento en el que necesitaba sentirme útil. No quería que se me fuese el objetivo, yo tenía claro que me iba un año y que trabajaría estando allí. Me lo estaba pasando muy bien pero me sentía como un vagabundo así que al final encontré un trabajo en una fábrica, en donde estuve muy a gusto. En Brighton encontré un grupo social muy bueno. Me juntaba con gente muy heterogénea, con ideas políticas e incluso religiosas  muy diferentes pero me iba relacionando. Allí empecé a tener una familia de amigos, y sigo manteniendo el contacto. Pero al cumplir once meses lo dejé todo para volver a España y no perder lo que me correspondía por haber estado cotizando tantos años.

Me arrepiento. Me dejé atrás a mucha gente y la vuelta a Móstoles se me hizo muy dura. Fueron 6 meses de bajón, qué digo bajón, de depresión, a pesar de no agobiarme con la búsqueda de otro trabajo porque, recuerda, seguía cobrando el paro. Ni en mi casa, ni en mi barrio, ni en mi ciudad me sentía cómodo. Nada había cambiado. Para mí fue un paso atrás porque encima volví a casa de mis padres. Visto con perspectiva, es un aprendizaje porque no quisiera volver a repetir el mismo error.

…Sí, estoy cansado de Madrid. Quiero mucho a mi familia pero yo necesito volar.

A Barcelona he venido a ver a unos amigos para salir otra vez de mi rutina. Me gustaría trabajar aquí así que ya me estoy moviendo para ver si encuentro algo por la zona.

…¿Mi trabajo ideal aunque utópico? He jugado bastante al voleibol y, por qué no, me gustaría ser entrenador de categorías inferiores. A lo mejor me hago un curso de entrenador para entrenar a categorías inferiores. Este verano lo podría haber hecho pero no lo hice porque no tenía pasta.

Anímate a compartirlo si te ha gustado
Share on FacebookShare on LinkedInShare on Google+Email this to someonePin on PinterestShare on Reddit

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista