Hatzad Hashemi nos trae, de la mano de Mayor Nadav Ben Hour y Michael Eisenstadt, un magnífico y detallado artículo que desgrana los factores de una nueva guerra en Oriente Medio que afecte a Israel.
La próxima guerra en el frente norte de Israel, ya sea que comience en el Líbano o Siria, no solo será una repetición mucho más extensa y destructiva que la Guerra del Líbano del 2006. Los desarrollos desde ese entonces, aseguran que dicha guerra involucrará a muchos más actores, un teatro de operaciones mucho mayor, los desafíos sin precedentes para la administración de las escaladas, combatir y terminación de la guerra junto a la posibilidad de una conflagración regional.
La complejidad del entorno operacional emergente exige un análisis detallado de sus implicaciones para los Estados Unidos e Israel a través de los juegos de guerra, el trabajo en equipo y los esfuerzos conjuntos en el área de planificación; el desarrollo de nuevos conceptos operativos israelíes; la adecuada priorización y la puesta en fase de las operaciones militares y la identificación y selección de los centros de gravedad enemigos; y una postura diplomática y militar activa de los Estados Unidos para garantizar que una guerra local potencialmente devastadora no se convierta en un conflicto regional desestabilizador y totalmente destructivo.
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