Revista Cultura y Ocio

IT (eso), de Stephen King

Publicado el 05 octubre 2011 por Mientraslees
RF
Título: It
Autor: Stephen King
Traductor: Edith Zilli
Género: Fantasía, Terror
Editorial: DeBolsillo
Número de páginas: 1503
ISBN: 978-84-9759-379-3
¿Quién o qué mutila y mata a los niños de un pequeño pueblo norteamericano? ¿Por qué llega cíclicamente el horror a Derry en forma de un payaso siniestro que va sembrando la destrucción a su paso? Esto es lo que se proponen averiguar los protagonistas de esta novela. Tras veintisiete años de tranquilidad y lejanía una antigua promesa infantil les hace volver al lugar en el que vivieron su infancia y juventud como una terrible pesadilla. Regresan a Derry para enfrentarse con su pasado y enterrar definitivamente la amenaza que los amargó durante su niñez. Saben que pueden morir, pero son conscientes de que no conocerán la paz hasta que aquella cosa sea destruida para siempre. It es una de las novelas más ambiciosas de Stephen King, donde ha logrado perfeccionar de un modo muy personal las claves del género de terror.
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1502. 1502 páginas de… ¿terror? No, definitivamente no. Dentro de todas estas páginas, todas y cada una necesaria en un puzle inmenso e intenso, se encuentran reseñados todos los géneros de la literatura: el terror más psicológico, el romance más tierno, el sexo más apasionado, el drama más profundo… 1502 páginas son mucha historia y muchos momentos memorables que viviréis junto a los personajes. ¿Cómo puedo deciros que dentro de ese enorme tocho encontraréis un libro que no podéis siquiera llegar a imaginar? ¿Qué palabras serán las adecuadas para daros el impulso de coger esta obra maestra de la literatura contemporánea y devorarla hasta el último párrafo? No puedo, simplemente debo deciros lo que siento, y eso es admiración. Una infinita admiración por este libro que os voy a reseñar. Si queréis leer algo sumamente importante, de esas cosas que las miras y sabes que cambian el mundo, de una u otra manera, entonces tenéis que dejaros guiar. Sólo un paso, y ya estaréis dentro de este profundo y mágico hoyo.
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Todos recordaremos esa película terrorífica de los años 90 en la que un payaso (de aspecto tenebroso y pavoroso) hacía la vida imposible a los habitantes de Derry, una localidad tranquila y apacible de Maine. Seguramente tuvimos muchas pesadillas con su aparición, sus dientes puntiagudos y sus crueles intenciones de destruirles a todos. Pues bien, aquella miniserie de televisión, es una gran adaptación de este libro, pero aunque es sublime, es insuficiente para conocer la historia de Pennywise, el payaso bailarín. Y es que, cada veintisiete años, este monstruo horrible e infecto se levanta hambriento, desesperado por atrapar a sus víctimas y hacerlas pedazos, atacando sus puntos más débiles. Durante siglos, durante eones, tal vez, ESO, esa criatura, ese ser nauseabundo, creyó poseer todo el poder para hacer lo que quisiera con Derry, pero no contaba con que siete niños tratarían de detenerle y destruirle. Y lo más importante: que estarían a punto de conseguirlo… Esta historia empieza con un barquito de papel nadando a la deriva por la torrencial lluvia estancada en una boca calle, directa hacia la alcantarilla, y con un niño, ataviado con un chubasquero amarillo, persiguiendo su embarcación de cerca. Quién le iba a decir a él, que a pocos minutos, ese payaso extraño que apareció dentro de la alcantarilla, acabaría siendo su cruel verdugo. O mejor aún, ¿quién le iba a decir a William Denbrough, o Bill el tartaja, como solían llamarlo, que su hermanito de seis años, George, moriría de una manera tan brutal e inexplicable? Nadie, nadie podría haberlo previsto. ¿O sí? Si nos remontamos al pasado de Derry, siempre han ocurrido cosas extrañas y terribles en algún momento. De una forma cíclica, diabólica, los ciudadanos saben que cualquiera de sus hijos podría morir mutilado por un sospechoso accidente. William y sus nuevos amigos, una panda de chicos excluidos tanto en el instituto como en sus propias vidas, tratarán de averiguar qué es lo que esconde Derry bajo el suelo, justo allí abajo, donde todo flota: en las alcantarillas.
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Deciros que esta novela es una gozada, una obra maestra de la literatura y una historia espeluznante y soberbia, es quedarme, definitivamente, corto, muy pero que muy corto. ¿Qué puedo resaltaros de una manera tan espectacular para que no podáis olvidar mis palabras? ¿Tal vez sus personajes, tan reales como tú y yo, tan profundos como una madriguera de conejos, con sorpresas desagradables y milagros transparentes que cualquier ser humano tiene en su interior? ¿Quizás una narración experta, que maneja al lector de adelante hacia atrás con una pluma mágica, capaz de introducirte en la historia hasta tal punto de olvidarte de la realidad? ¿O su trama enrevesada, profunda, metafórica, tenebrosa, dramática y definitivamente sublime? No lo sé, yo apelaría a un conjunto extraordinario de elementos insuperables. Unos personajes que desde el primer momento hacen que te quedes leyendo, sabiendo que tienes que ir corriendo al trabajo o al instituto y que si llegas tarde te llevarás una buena reprimenda; una ambientación perfectamente orquestada para que tus sentidos se pongan de los nervios y tus pelillos se ericen para la envidia de los puercoespines. Un conjunto de sensaciones, de historias, de personajes y de situaciones tremendamente reales y otras de una imaginación envidiable. Si queréis mi sinceridad, os diré que esta novela la leí hace años y aún la recuerdo, cada parte, cada escena, cada diálogo. Es fuego que te abrasa la mente y te deja marcado para toda tu vida, ¿para tu desgracia? Puede ser, porque querrás leerla una y otra vez, como una droga sin final.
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Pero cortaré esta perorata y os hablaré directamente de esos personajes tan apasionantes que encontraremos en la novela: empezamos con William, Bill el tartaja, un chico tartamudo que -tachán, fuera tópicos, fuera clichés juveniles-, se convierte en el líder del grupo de siete niños (entre ellos, una niña) que lucharán por descubrir la verdad y harán una fiel promesa que los llevará hasta el final del túnel (y a veces, de sus propias vidas). Este chico es una ternura, como protagonista, es el perfecto galán, tanto de mayor como de pequeño, ya que en la novela pasamos del pasado al presente con muchísima facilidad y un ritmo espléndido (no me malinterpretéis, no os marearéis en ningún momento, TODO está perfectamente introducido, creedme, os encantará). Con William viviremos el amor de hermano, el amor y la pasión, la tristeza, el duelo… él es un abanico de sentimientos, como todos los demás. Tenemos también a Beverly, una niña diferente, una niña que, sin dejar de ser niña, se junta con otros chicos a patear piedras aún a pesar de que su padre, un hombre siniestro, le advierte que su comportamiento no está bien. Este personaje es una mujer increíble; siempre he pensado que Stephen King es uno de los escritores masculinos que mejor recrea a las mujeres, es espectacular verlo en acción. Luego pasamos a Richie, un chico chispeante que no puede mantener su lengua quieta ni por un segundo, aunque los matones del barrio anden tras su culo; Eddie es asmático y tiene una madre muy sobreprotectora que no lo deja desarrollarse como persona independiente, un traste de muchacho con unos temores paranoicos y un futuro poco prometedor; Ben, el gordito, el rechoncho, Ben el que está colado por Beverly y que le escribe poemas de amor que pasan desapercibidos, este chico tiene una fuerza tremenda y una mente deslumbrante, no por ser gordo se convierte en un personaje inútil o patoso, más bien es un eslabón importantísimo en la trama; Mike es el chico negro que cuenta la historia, que nos cuenta cómo pasó todo, qué ocurrió hace años en Derry y cómo su familia ha sido estigmatizada por el color de su piel allá donde fuera; y finalmente, tenemos a Stan, el chico tímido judío, que es despreciado por su religión y que, además, se convierte en el escalón más débil de esta escalera de siente pasos. King no entra en tópicos ñoños, se salta la norma “implícita” de todas las novelas que utilizan a los niños como protagonistas y crea un multiverso hermoso y a la vez aterrador. Historias del pasado, aventuras del presente, e incertidumbres del futuro, IT es una novela aterradoramente realista, con toques de fantasía, metafísica y mucha, mucha emoción. ¿Que si sentiréis miedo? Yo no lo tuve, pero sí que hay escenas fuertes, escenas de sangre y violencia, que en cualquier libro de este talante deben aparecer. Pero no temáis, niños, nadie os hará daño. King os tratará con mimo y os arrullará con miles de historias del pasado de los siente protagonistas, y del pasado de Derry y de cómo todo se formó, cómo todo sucedió. Es un dato totalmente aparte el que, dentro de los fans de King, podremos reconocer referencias de otros libros dentro de IT; por ejemplo, un personaje negro llamado Halloran que aparece en un relato sobre algo horrible ocurrido en los años 20. Este hombre estaba en el ejército y era cocinero… ¡Bingo! El afable cocinero negro de El Resplandor se llamaba Halloran! ¿Casualidad o intención? Lo cierto es que es una costumbre muy divertida del autor, y hay que leer algunos libros suyos para darse cuenta enseguida.
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Pero siempre tiene que haber un obstáculo en un libro tan maravilloso ¿no? En este, puede parecer la extensión, pero ya os dije que no sería ningún problema, es más, necesitaréis más páginas para seguir disfrutando de esta gran novela. No, yo creo que el único punto débil de esta obra maestra es la mente de los lectores que la van a tener en las manos. Chicos, seamos sinceros, hay que estar receptivos para leer IT, no debéis pensar con la cabeza, sino con el corazón. Debéis olvidaros de todos los libros que hayáis leído antes, y debéis, sobre todo, alejaros de lo que esperaríais de un libro juvenil. IT no es un libro juvenil, nunca lo será. IT es una obra adulta, madura, reflexiva y profunda, y debéis entenderla desde un principio como una experiencia gratificante, donde veréis muchas cosas horribles, donde esos niños se comportarán como niños de verdad, no como artificios de unas letras edulcoradas. Quitando esto, que es bastante obvio pero lo tenía que comentar, hay un pasaje del libro (corto pero intenso) que me pareció innecesario y que el autor podría haberse borrado. De resto, este libro es estupendo e inesperado. No tiene un igual en la literatura, de hecho, todavía lo estoy buscando.
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No quiero leer comentarios del tipo “este libro no me gusta porque es de miedo”. No, no es de miedo, si me decís eso, es que no habéis leído mi reseña: este libro es del ser humano. Os diré algo, siempre dicen que King es el maestro del género de terror, pero yo creo que no. Nunca he sentido miedo con sus novelas. Para mí, King es el maestro del SER HUMANO Jamás leeréis unos personajes como los que este autor es capaz de crear. No lo subestiméis, no lo miréis en menos, porque King es un autor espectacular, un hombre capaz de crear de cero todo un mundo, con un solo nombre. Es capaz de recrear la vida de un hombre y de una mujer como si fueran reales. Este libro trata sobre la vida, sobre los miedos de nuestro subconsciente, sobre el amor y la tristeza, el encontrarse a uno mismo. IT (eso), de Stephen King es una obra maestra, pero no del terror o de la ficción, es una obra maestra de los sentimientos. Es con creces, el libro que más he disfrutado en mi vida, con el que más absorto he estado durante meses y con el que jamás me he aburrido, y eso, queridos míos, con 1502 páginas de letras y letras, es un logro asombroso.
¿En una sola palabra? Insuperable.

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PhotobucketEscritor estadounidense de novelas de terror, cuyo pseudónimo es el de Richard Bachman, nació el 21 de septiembre de 1947. Utiliza una sencilla metodología para escribir bien: “Leo cuatro horas al día y escribo otras cuatro; si no se encuentra tiempo para hacerlo, no podrás convertirte en un buen escritor”.
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