Revista Cine

It Follows

Publicado el 29 mayo 2015 por Srinterrogante

España, jueves 31 de octubre de 1985. Unas afiladas garras comenzaban a aparecer  en los cines acompasadas de una voz de pesadilla. El público se guardará en su memoria a un personaje que ha perdurado hasta nuestros tiempos. Días después de su paso por la edición de Sitges de aquel año, Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984) llegaba a las salas españolas ya convertida en una referencia dentro del género de terror. El concepto era interesante: si te dormías, estabas perdido.
Freddy Krueger se aproximaba a dios, a su omnipresencia en algo tan necesario como inevitable para el ser humano como es el sueño. Él elegía y su historia perduraría. Realmente poco hay que añadir a una película bien conocida tanto por los amantes de este tipo de películas como por el resto. Pero la idea primaria, escondida entre sangre y pesadillas, se ha revelado: It Follows. Dirigida por David Robert Mitchel (The Myth ot the American Sleepover), nos encontramos ante el sucesor espiritual de la famosa cinta de Wes Craven. En su primera incursión en el cine de terror se luce, ofreciendo una revisión del cine ochentero con un manejo del ritmo abrumador y la construcción de una tensión endiablada desde el minuto uno. Estamos posiblemente ante una de las películas  del año, y más si comparamos con lo que nos hemos ido encontrando desde enero hasta ahora dentro del género (Babadook, tranquilo, que jamás me olvidaré de ti). Hecha con apenas dos millones de dólares, lo que en España sería un oasis de felicidad, en Estados Unidos, lugar de origen, estaríamos ante una obra de muy bajo presupuesto. 
Nos encontramos ante la historia de la joven Jey Height (Maika Monroe), quién tras su primer y esperado encuentro sexual, se encuentra con lo inimaginable: le han pasado una maldición. En ese mismo momento, un terror sobrenatural en forma humana estará caminando, literalmente, hacia ella sin descanso hasta acabar con su vida. A partir de aquí, inmiscuye a su hermana Kelly (Lili Sepe), a sus amigos Paul (Keir Gilchrist) y Yara (Olivia Lucardi) y a su vecino Greg (Daniel Zovatto).
It Follows

Maika Monroe, conocida últimamente por la gran The Guest(Adam Windgard, 2014), encabeza un reparto bien escogido y que cubre unos personajes juveniles definidos (unos mejor que otros) por sus propias circunstancias. El enamoramiento adolescente es uno de los ingredientes que hacen que la historia tenga un volumen mayor, con una construcción de relaciones más interesante para el público. Aunque nos encontremos con personajes o tramas que puedan tener un cierto sabor a cliché, consigue separarte y la historia se convierte en un protector para ellos. Cada uno con sus objetivos, en muchos casos más centrados en lo emocional de su contexto, crean un sólido grupo en el que cada uno refuerza la posición de los demás.
Un guión inteligente e interesante, donde se mezclan distintos componentes pero son convertidos a su lado más sencillo, donde puedes degustarlos y luego, si eso, analizarlos. Uno de los factores que siempre tiene cabida en este tipo de cine pero que puede ser entendible desde distintas perspectivas es la sexualidad, clave en la película para el devenir de los acontecimientos y de los personajes y del que puede sacarse más de una lectura. A su vez, el papel de búsqueda de héroe que juega el personaje de Paul nos habla sobre los sueños adolescentes de amor y valor. Una historia que además viene narrada y reforzada por el personaje de Yura, quién a través de la lectura de El Idiota (F. Dostoievski, 1869), nos cuenta el pasado que existe entre las dos hermanas y el chico. Interesante y relativamente simple, ya que en la superficie se disfruta sin necesidad de búsquedas intelectuales, pero que resume un trabajo muy cuidado, no por escoger una referencia, sino por como se implementa.
It Follows
Si hablamos de un guión sólido, nos encontramos con una realización magistral. El uso de la construcción del espacio, los movimientos de cámara o el ritmo son los principales factores que encumbran a la película. Una idea sencilla pero bien pensada y bien tratada nos obsequia con un resultado ante el que sólo queda la admiración, porque hay pocos largometrajes que consigan la tensión constante a través del plano sin entrar en sonidos efectistas, aunque alguno se escape. Son para enmarcar las labores de Robert Mitchell y del director de fotografía Mike Gioulakis.
La banda sonora debería tener mención aparte. Rich Vreeland (Disasterpeace) nos trae unas melodías que no sólo acompañan a la imagen, sino que hace que  nos abandonemos a ellas. Los temas creados tienen unas fuerza notable sobre el espectador y posiblemente sean de los que recordaremos de aquí en adelante. Nos sumergimos en la pesadilla que crea a través de sintetizadores, que tan de moda están, pero que tan bien funcionan en esta ocasión.
Corred a verla. El mal os perseguirá a lo largo de conversaciones donde aquel que no haya podido afrontarla en cines estará excluido. Estamos ante una película que puede convertirse en un referente dentro del género de terror tanto por su concepto como por su forma, ya que es en esto último donde se distancia y juega su papel más inteligente. Avalada por premios en multitud de festivales, la personalidad que le imprime David Robert Mitchell, junto con todos los factores explicados antes, convierten a It Follows en una de las mejores películas de lo que llevamos de año. Terror con forma que se ha ganado un capítulo especial dentro de nuestros desbordantes y oscuros corazones.
En una frase: No podrás dejar de buscar en pantalla un terror que camina sin descanso.
Victor J. Alvarado

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