Giovanni Giaccio
¿Es posible que alguien llegue a un tribunal llevando una pistola en los bolsos sin que nadie se dé cuenta? ¿Y es posible que la misma persona empiece a disparar a la gente?
Estas son las dos preguntas que los italianos nos preguntamos desde el 9 de abril, cuando Claudio Giardiello mató a tres personas e hirió a otras dos en un aula del Tribunal de Justicia de Milán, cuando acudía a juicio imputado en un proceso por bancarrota fraudulenta.
Desde aquel momento, todos nos preguntamos si el hecho se habría podido evitar. Y ahora no queremos pensar en lo que hizo que el hombre disparase a las víctimas, sino fijarnos en lo que se puede hacer para que no se repita. Aunque el ministro de Justicia italiano, Andrea Orlando, confirmó que los sistemas de seguridad del Tribunal de Justicia de Milán “funcionaban” en el momento del ataque, algo tuvo que fallar si no descubrieron el arma. ¿Tal vez sean necesarios más sistemas de seguridad?
A esta pregunta no podemos encontrar respuesta. Es posible que Italia necesite más seguridad y los hechos de la semana pasada nos lo han demostrado.
IMAGEN: Blitz Quotidiano