Revista Opinión
Al principio es casi imperceptible, poco a poco va subiendo el volumen, mientras, el efecto vibrador hace ronronear el móvil sobre la mesilla de noche. En apenas unos segundos, suena a todo trapo 'Paquito el Chocolatero', es el tono elegido para días especiales, y hoy lo es. Aunque el día anterior pasó horas frente al espejo, en la soledad que proporciona el cuarto de baño, tiene comprobado que ese 'Paquito' le da la fuerza necesaria para representar de forma estelar su papel.
Desde muy joven, mucho antes de volver a la universidad como profesor, abrazó el método Stanislavski. Había leído en Fotogramas cómo los mejores actores del mundo, tanto en teatro como en cine, preparaban concienzudamente su papel, y tenía claro, que para hacer creíble su actuación, tenía que meterse en la piel del personaje, y creerse el mismo el primero.- Su actor de cabecera, Martínez Soria, así lo decía en una entrevista-.
En la preparación de las clases hacía lo mismo, esa es su ventaja, la práctica del método; cada semana pasaba unas cuantas horas frente al pequeño espejo mirándose fijamente a los ojos, repitiendo una y otra vez, 'eres el mejor, eres el manantial de la ciencia, eres el macho alfa del aula, eres...., y sólo así, lo tiene comprobado, es capaz de que sus pasos decididos sean escuchados por sus alumnos mientras avanza por el pasillo hacia el aula, donde estos, muy por debajo de su nivel intelectual, están preparados para recibir la transmisión de todo su saber.
Sabe que hoy, dentro de unas horas, todos los focos estarán puestos en él, sabe que televisiones, radios y prensa estarán pendientes de cada gesto, del movimiento de sus manos, de sus miradas, y es precisamente por eso por lo que esta situación se convierte en un reto, un reto al que la historia le convoca periódicamente, al menos una vez al mes.
Después de un desayuno fugaz, parte con cierta antelación hacia una población relativamente cercana a la suya, sabe que a esas horas de la mañana, cualquier incidente puede significar un atasco, esto daría al trasto con su intervención. Hace unos meses que se grabó un CD, con, como no, su Paquito el Chocolatero como fondo musical, su propia voz repite una y otra vez, 'eres el mejor, eres el látigo de los nuevos herejes que quieren romper España, eres el verdadero gurú en economía, de la micro, de la macro y de la local, dales fuerte...', que como un tornillo sin fin, escucha una y otra vez, por eso de meterse en el papel, cuestión del método.Una vez empezado el pleno en el ayuntamiento, cada vez que alguien habla, defiende, propone, él ríe, hace muecas, gesticula, comenta en voz baja, asiente..., un periodista dijo una vez, 'mira parece que tiene el baile de San Vito, pero no, solo provoca (alguna vez risas)
El momento ha llegado, todo está preparado, le toca empezar la defensa de su moción. La mirada busca la complicidad de su jefe de filas, levanta los brazos como solo son capaces de levantarlas los hilos de una marioneta, ahora la dirige a la bancada de enfrente, donde encuentra complaciente la sonrisa del portavoz de la oposición, después fija los ojos de cruzado malote en el alcalde, y empieza a declamar..., el circo ha empezado.
Nota.- cualquier parecido con la realidad es pura casualidad, ¿o no?