Tres días me llevó recorrer esta ciudad sin Dios
como quien cruza de la pampa gringa a la pampa india
Tres días sin ver otra cosa que fariseos de la soja
o mendigos del César pidiendo limosna política
Y todos iban con sus trajes brillantes como sus pecados bajo el sol
Tres días me llevó andar por iglesias convertidas en mercados
y mercados convertidos en iglesias
Y todos compraban y vendían como único hacer humano
Y todos miraban vidrieras como único no-hacer urbano
Tres días me llevó recorrer esta ciudad sin Dios
Hasta que cansado de tanta ostentación y obsecuencia quise morir
Pero al final encontré un refugio bajo un árbol de moras en el cementerio
una mujer llamada Fabiana y un perrito al que bauticé Jonás
Y fue en honor a esa mujer y a ese perrito y a ese árbol
que pedí por la preservación de esta Nínive del Ctalamochita
de esta ciudad con ciento veinte mil almas que no distinguen
su mano derecha de su mano izquierda
pero que igual andan de saco
por temor a la ira del cielo.
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Mi padre me lava las manos en una palangana de invierno
Mi padre me lava las manos como si limpiara mi nombre
Yo estoy por repetir tercer grado y hace mil años que no le digo papá
Mi padre me lava las manos y me las restituye como en un milagro
Yo estoy por tomar la comunión y voy a leer los evangelios cada día
Mi padre me lava las manos como si se las lavara a Pilatos
para que en sus sueños no quede sangre inocente por redimir
para que entre sus dedos el pan se multiplique como caricias
para que en sus palmas no quede otra cachetada que contra sí
Mi padre me lava las manos en una palangana de invierno
antes de irse del pueblo para siempre
antes que mi espíritu salga a ensuciarse
con el polvo de este mundo.
Iván Wielikosielek (Ballesteros, Córdoba, 1971), Gatos de Nínive. Llantodemudo poesía. Córdoba. 2014.