Ceremonia y celebración serían en el mismo sitio, en La Alquería de Santa Eufemia, en Tomares y me encantaba la idea. Ya había ido antes como invitada y estaba deseando tener la oportunidad de fotografiar una hacienda tan bonita y con tantísimas posibilidades.
9 de septiembre del 2017. Sonaba Mark Knopfler. Pasaban unos minutos de las 8 de la tarde y llegó Iván. Elegante y único, acompañado por una madrina espectacular: su hermana, y abrumado por tanta gente conocida, impaciente por verlos. ¿Quién me va a prestar atención a mí? Evidentemente se equivocaba...
Tras una breve espera, que se hizo eterna, volvió a sonar la música para recibir a Cristina. Su sonrisa emocionaba, estaba feliz. Con mucha complicidad, de la mano de su hermana, la otra madrina, recorrió los últimos pasos que la separaban de un nerviosísimo Iván.
"Darling don't be afraid I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more"
Su amiga Eva recordó cómo había sido su historia de amor cuando hace 5 años se conocieron, se unieron a través de la ceremonia de la arena, intercambiaron los anillos y pronunciaron un tímido "Sí, quiero". También quisieron agradecer a todos los que estaban allí, con ellos, por ellos y por su amor.
Y, por fin, fuera nervios, a respirar, a bailar, a disfrutar de "Su gran noche" bajo una lluvia de pétalos rojos, acompañados de aplausos, vítores y deseos sinceros de una felicidad infinita.
Cuando contactaron con Sonríe Buttercup! hablamos de realizar un pequeño reportaje con los novios tras la ceremonia. Afortunadamente acordamos posponerlo para otro día, con más calma, con más luz, con más intimidad. Esa noche les apetecía compartir cada minuto con sus invitados, relajarse y disfrutar. Así que lo dejamos aquí y en la próxima entrada os enseñaré una buena muestra del reportaje postboda de Iván y Cristina.