Revista Cine
Director: Yasuhiro Yoshiura
¡No se puede hacer nada con este maldito calor! Spike Lee estaría feliz: en una ola de calor se mueve como pez en el agua. Yo, en cambio, me quedé sin un día de ejercicio: me entró la sensación de que desfallecería por el esfuerzo dentro de este aire espeso y caliente. Tendré que compensarlo durante la semana. Al menos puedo hablarles sobre "Time for Eve", pequeña serie (OVA, denominación correcta para estas animaciones limitadas) de seis episodios creada, escrita y dirigida por Yasuhiro Yoshiura, interesante realizador japonés "especializado" en piezas de corta duración (cortometrajes y mediometrajes). Luego de su estreno en plataformas digitales, "Time for Eve" fue estrenada en cines con un montaje que es, básicamente, la unión de los seis episodios más una nueva escena introductoria, algunas mini-escenas agregadas entre "episodio" y "episodio", unos créditos finales que explican cierta revelación dada al final del metraje y una escena post-créditos que "ahonda" en dicha explicación. Espero que les guste, pues en su momento recomendé esta serie/película a un amigo aunque me consta que unos minutos después ya tenía todo el asunto olvidado. Demonios, me entró una basura en el ojo...
"Time for Eve" es una serie muy interesante... y por muchos motivos. Su trasfondo quizás no sea original, como leí en algunos comentarios de YouTube, y quizás no plantee una gran tesis que irrumpa en la narrativa del tópico tratado, pero sí ofrece gran cantidad de reflexiones, observaciones y pensamientos la mar de estimulantes, lúcidos y complejos, que giran en torno a la inteligencia artificial, a la consciencia de las máquinas, la moral de los robots, la "humanidad" de los androides, entre otros asuntos de similar índole. La acción nos sitúa en un futuro no muy lejano, en Japón, en donde los robots son de uso práctico y los androides han alcanzado alta expansión en la población de carne y hueso. Dos estudiantes que tienen opiniones no muy gratas sobre el aumento de androides (quienes deben diferenciarse del resto mediante aureolas sobre sus cabezas, como si fueran Sims) se encuentran con un escondido café, llamado Eve no Jikan, cuya única regla, regla esencial, es que dentro de sus cuatro paredes no deben hacerse diferencias entre androides y humanos. Por simple curiosidad entran en él, pues no deja de ser una rareza: como estos dos, la gran mayoría de la población no ve con buenos ojos la convivencia entre androides y humanos más allá de la fría servidumbre: mandar, ordenar, no dar las gracias ni sonreír ni mirarlos de frente ni nada. Más aún, a estos dos les parece peligroso que los androides desarrollen personalidades propias, que tengan iniciativa, identidad, etc. Eve no Jikan rompe con todas estas barreras. Y no sólo eso, pues todas las historias que van escuchando en este café, todos los personajes que conocen y con quienes entablan relaciones amistosas (si son androides o humanos es pura especulación), van rompiendo sus prejuicios. Son casos que desafían las leyes de la robótica, por lo demás, y, ciertamente, las leyes de los humanos, los códigos bajo los que regimos, o mejor dicho configuramos o programamos, nuestras vidas.
¿Androides que aman? ¿Pueden interpretarse las conductas androides, tanto individuales como sociales, de la misma manera en que se interpretan las conductas humanas, se pueden medir y estudiar con los mismos estándares? ¿Pueden haber androides tímidos, otros extrovertidos, otros mala onda y otros extremadamente generosos... o son todos iguales? Un sentimiento... ¿es programación o una expresión auténtica? ¿Debe la legislación considerar a los androides como sujetos de derecho, seres sintientes? Como digo, en los seis breves episodios (los primeros cinco duran quince minutos, el último dura casi media hora; la película dura poco más de cien minutos) se ofrecen multitud de lecturas, observaciones e interpretaciones que destacan por la "ligereza", el tono decididamente simpático y encantador del tratamiento formal, no obstante la sustancia es innegablemente rica y nutrida. En el fondo estamos ante una comedia... dramática, con momentos conmovedores y genuinamente preciosos (como lo del robot "explosivo" o del robot de uno de los amigos), pero comedia al fin y al cabo... Bueno, nadie dijo que las comedias deben ser pura risa.
Casi todo el relato transcurre dentro de este amigable café, pero por fuera también hay tramas que, si bien no son esenciales, sí condimentan sabrosamente el torrente de personajes e ideas que fluyen en Eve no Jikan. Si bien la película agrega pequeñas escenas que explican mejor ciertos detalles de las tramas no esenciales, lo verdaderamente importante lo pueden disfrutar con los seis episodios. En este canal de YouTube pueden encontrar los seis episodios así como la película, todo con sus respectivos subtítulos en español.
Así las cosas, ya no me queda más que recomendarles esta pequeña joya, una maravilla tan desafiante como estimulante, tan entretenida como emocionante. Ahí tienen el link, ahora es cosa de ustedes, amigas y amigos...