Revista Asia
La última parada de mi viaje por el oeste de Japón este verano fue Iwakuni, en la prefectura de Yamaguchi.
Iwakuni es un importante enclave histórico de la región de Chugoku. Su historia comienza en 1600, en la Batalla de Sekigahara. Esta batalla, decisiva en la historia de Japón, enfrentó a los ejércitos de las dos principales facciones del país en su lucha por unificar todo el territorio bajo un mismo gobierno. Por una parte, los feudos del oeste consideraban que Toyotomi Hideyori era quien debía convertirse en el dirigente del país. Por otra parte, los feudos del este apoyaban a Tokugawa Ieyasu, uno de los daimyō (señores feudales) más prominentes del país. El feudo de Iwakuni liderado por Hiroie Kikkawa se encontraba entre los leales al bando perdedor en la batalla, así que como castigo sus propiedades fueron reducidas y el clan Kikkawa fue desterrado a los territorios del oeste de la isla de Honshu.
Una vez asentado en el nuevo territorio, el señor Hiroie Kikkawa fundó la ciudad de Iwakuni en 1601 y comenzó la construcción de un castillo para afianzar su nuevo poder en la región.
El castillo, construido entre los años 1603 y 1608, sirvió como residencia personal de Hiroie Kikkawa, aunque no fue por mucho tiempo. Siete años más tarde, el shogun Tokugawa Ieyasu aprobaba una ley que limitaba el número de castillos que podían construirse por provincia y el castillo de Iwakuni fue demolido. Se calcula que tras la aprobación de esa ley, conocida como Ikkoku-ichijo (一国一城) literalmente "Una Provincia, Un Castillo", el número de castillos en Japón se redujo de 3000 a 170. Eran tiempos de paz, de modo que los castillos dejaron de ser fortalezas militares para convertirse en centros administrativos para el gobierno de cada provincia. No obstante, el clan Kikkawa continuó viviendo en la parte vieja del castillo y la ciudad continuó prosperando durante el período Edo (1603–1867).
El castillo que ahora nos encontramos fue construido en 1960 no lejos de su ubicación original en lo alto del monte Yokoyama. En su interior contiene un museo de historia con armaduras, armas y otros objetos pertenecientes al clan Kikkawa.
Cabe destacar que desde lo alto del castillo hay magníficas vistas del Mar Interior de Seto, merece la pena subir en teleférico.
No obstante, no es el castillo el patrimonio histórico más importante de la ciudad de Iwakuni, sino el puente Kintai.
Este puente, uno de los más importantes de Japón, fue construido en 1673 por el señor Hiroyoshi Kikkawa como vía de acceso a las dependencias del clan Kikkawa.
En la antigüedad, únicamente los miembros del clan Kikkawa y los samurais tenían permitido cruzarlo. Hoy en día, cualquiera puede hacerlo pagando 300¥.
El puente se extiende cruzando el río Nishiki en una serie de cinco arcos de madera. Cuando el castillo de Iwakuni todavía permanecía en pie era esta la principal vía de acceso, aunque todos y cada uno de los puentes de madera que se construían terminaban siempre destruidos por las inundaciones. Con el tiempo surgió la necesidad de diseñar un puente capaz de soportar las inundaciones.
La arquitectura del puente fue original para la época. La forma y el peso del puente lo hacían fuerte arriba y para reforzar la parte de abajo se añadieron pilares con piedras que daban al puente una mejor resistencia. Además de su arquitectura, la manutención periódica que se hacía del mismo mediante impuestos era importante para su conservación: cada 20 años se sustituían los tres tramos del medio, cada 40 años los tramos que unen el puente a la orilla. Durante los primeros trescientos años el puente se reconstruía sin utilizar clavos metálicos. Los ingenieros tuvieron que idear una forma para que la madera no se dañara debido a que estaba en contacto con el agua, esto lo lograron mediante un ajuste cuidadoso de las partes de madera y la creación de gruesas vigas de sujeción uniéndolas con cinturones de metal a las principales partes del puente, después sería cubierto por láminas de cobre.
Así es como el puente Kintai se mantiene en pie hasta nuestros días. En la actualidad ha sido restaurado en 2001 y 2004.
Si viajáis hasta el oeste de Japón para visitar Hiroshima o Miyajima, os recomendaría dedicar un día a visitar Iwakuni, famoso por su castillo y su puente de cinco arcos, declarados Tesoro Nacional.
Iwakuni es un importante enclave histórico de la región de Chugoku. Su historia comienza en 1600, en la Batalla de Sekigahara. Esta batalla, decisiva en la historia de Japón, enfrentó a los ejércitos de las dos principales facciones del país en su lucha por unificar todo el territorio bajo un mismo gobierno. Por una parte, los feudos del oeste consideraban que Toyotomi Hideyori era quien debía convertirse en el dirigente del país. Por otra parte, los feudos del este apoyaban a Tokugawa Ieyasu, uno de los daimyō (señores feudales) más prominentes del país. El feudo de Iwakuni liderado por Hiroie Kikkawa se encontraba entre los leales al bando perdedor en la batalla, así que como castigo sus propiedades fueron reducidas y el clan Kikkawa fue desterrado a los territorios del oeste de la isla de Honshu.
Una vez asentado en el nuevo territorio, el señor Hiroie Kikkawa fundó la ciudad de Iwakuni en 1601 y comenzó la construcción de un castillo para afianzar su nuevo poder en la región.
El castillo, construido entre los años 1603 y 1608, sirvió como residencia personal de Hiroie Kikkawa, aunque no fue por mucho tiempo. Siete años más tarde, el shogun Tokugawa Ieyasu aprobaba una ley que limitaba el número de castillos que podían construirse por provincia y el castillo de Iwakuni fue demolido. Se calcula que tras la aprobación de esa ley, conocida como Ikkoku-ichijo (一国一城) literalmente "Una Provincia, Un Castillo", el número de castillos en Japón se redujo de 3000 a 170. Eran tiempos de paz, de modo que los castillos dejaron de ser fortalezas militares para convertirse en centros administrativos para el gobierno de cada provincia. No obstante, el clan Kikkawa continuó viviendo en la parte vieja del castillo y la ciudad continuó prosperando durante el período Edo (1603–1867).
El castillo que ahora nos encontramos fue construido en 1960 no lejos de su ubicación original en lo alto del monte Yokoyama. En su interior contiene un museo de historia con armaduras, armas y otros objetos pertenecientes al clan Kikkawa.
Cabe destacar que desde lo alto del castillo hay magníficas vistas del Mar Interior de Seto, merece la pena subir en teleférico.
No obstante, no es el castillo el patrimonio histórico más importante de la ciudad de Iwakuni, sino el puente Kintai.
Este puente, uno de los más importantes de Japón, fue construido en 1673 por el señor Hiroyoshi Kikkawa como vía de acceso a las dependencias del clan Kikkawa.
En la antigüedad, únicamente los miembros del clan Kikkawa y los samurais tenían permitido cruzarlo. Hoy en día, cualquiera puede hacerlo pagando 300¥.
El puente se extiende cruzando el río Nishiki en una serie de cinco arcos de madera. Cuando el castillo de Iwakuni todavía permanecía en pie era esta la principal vía de acceso, aunque todos y cada uno de los puentes de madera que se construían terminaban siempre destruidos por las inundaciones. Con el tiempo surgió la necesidad de diseñar un puente capaz de soportar las inundaciones.
La arquitectura del puente fue original para la época. La forma y el peso del puente lo hacían fuerte arriba y para reforzar la parte de abajo se añadieron pilares con piedras que daban al puente una mejor resistencia. Además de su arquitectura, la manutención periódica que se hacía del mismo mediante impuestos era importante para su conservación: cada 20 años se sustituían los tres tramos del medio, cada 40 años los tramos que unen el puente a la orilla. Durante los primeros trescientos años el puente se reconstruía sin utilizar clavos metálicos. Los ingenieros tuvieron que idear una forma para que la madera no se dañara debido a que estaba en contacto con el agua, esto lo lograron mediante un ajuste cuidadoso de las partes de madera y la creación de gruesas vigas de sujeción uniéndolas con cinturones de metal a las principales partes del puente, después sería cubierto por láminas de cobre.
Así es como el puente Kintai se mantiene en pie hasta nuestros días. En la actualidad ha sido restaurado en 2001 y 2004.
Si viajáis hasta el oeste de Japón para visitar Hiroshima o Miyajima, os recomendaría dedicar un día a visitar Iwakuni, famoso por su castillo y su puente de cinco arcos, declarados Tesoro Nacional.