Por fin llegó a España el cambio, como el primer trasplante de cráneo y cuero cabelludo pero en la política nacional. Por fin la ciudadanía levantó sus posaderas del sofá para castigar-reprender-asustar-motivar al partido político un tanto demacrado que impera en la España actual con tintes azules en su territorio. Estamos en tensión y el cuerpo lo nota. Estamos esperando “a ver qué hacen” Ada Colau y Manuela Carmena. Estamos esperando que el tan nombrado cambio se haga efectivo o a que las amenazas (según se mire) se lleven a cabo. Es un momento importante, es un momento de revolución y pactos y trapicheos bajo la mesa, de promesas entre las élites yde sonrisas forzadas, ya no para comprar el voto a base de marketing si no para conseguir la paz en medio de la guerra a base de vender las ideologías, unificar programas y promesas que hace unos días eran enemigas y casar los principios como si de una boda concertada se tratara. Me pregunto yo, si PSOE pacta con Podemos… ¿Qué será lo que recibe PSOE a cambio? Es decir, uno no casa a su hija amada con el mejor postor si no es porque recibe un título nobiliario, unas cuantas cabezas de ganado o un señorío. Así que dime, Pedro Sánchez, ¿Cuántas ovejas recibes a cambio de dejar al PP fuera de juego?. Curioso el tema de los pactos. Tan curioso como escuchar a Monedero eludir preguntas de Risto Mejide cuando asegura ser transparente. Quizá sea transparencia rugosa y se le atragantan los nombres en los poros de la lengua a la hora de acusar o hablar mal de sus excompañeros para decir “la verdad”. Es uno más que hace piña para proteger a su quinta. Decepcionante. O tan curioso como ver pulseritas en las manos de conservadores acomodados con la frase “No podéis”. Mira que no soy podemita pero… ¿“No podéis”? ¿En serio?.Me retrotrae a la época de los anillos de castidad. Me causa gracia porque sólo consiguen llamar la atención y, en el caso de las pulseras, la publicidad gratuita a Podemos la agradecerán profundamente los podemitas porque es tipo: El terror ha llegado amigos, somos reales, estamos aquí y me llevas en tu mano para recordarte que pudimos. Curioso.