Revista Belleza

Jabalíes radiactivos

Por Sanibook @sanibook

Ya era conocido desde hace décadas que se capturaban jabalíes radiactivos, es decir con un  nivel de radiactividad que supera los estándares para el consumo humano. A diferencia de otras carnes de caza mayor, hay más jabalíes radiactivos porque obtienen su alimento del subsuelo: hozan el subsuelo con sus poderosos hocicos para alcanzar las raíces, larvas, lombrices, hongos y otros alimentos que desentierran y comen durante el invierno, cuando el maíz y las bellotas escasean. El cesio se filtra a través del suelo y es absorbido por los hongos y otros alimentos de los jabalíes. Ésto también explica por qué las observaciones muestran que los niveles de radiactividad en los jabalíes son más altos en invierno. El cesio se filtra muy lentamente a través del suelo, a veces sólo un milímetro por año. Los hongos, situados entre 20 y 40 centímetros, ya han absorbido el cesio que los humanos arrojamos a la atmósfera hace seis décadas. Es probable que el cesio procedente de Chernóbil apenas se esté llegando a las profundidades del suelo donde se encuentran los hongos. Podría ser que, cuando el cesio de Chernóbil llegue a los hongos, los niveles de radiactividad en los jabalíes aumenten todavía más.

Hasta ahora se pensaba que la mayor parte de la radioactividad de los jabalíes procedía del desastre de la central de energía nuclear de Chernóbil, que liberó grandes cantidades de radiación en la atmósfera y contaminó la vida silvestre. Lógicamente los niveles de radiación de un isótopo radiactivo como el cesio observados en los animales han disminuido con el paso del tiempo, con una excepción: el jabalí. Éste es el motivo por el que los consumidores de carne de caza de los países centroeuropeos preferían los jabalíes de los países del sur de Europa y, durante años, se ha estado exportando carne de jabalí de las monterías de España hacia Alemania y otros países porque los jabalíes capturados en Alemania y Austria eran sorprendentemente radiactivos. 

Estudio científico sobre los jabalíes radiactivos

Sin embargo en un nuevo estudio científico de finales de agosto de 2023, publicado en The Washington Post el 3 de septiembre de 2023, un equipo de investigadores finalmente resolvió la «paradoja del jabalí»: descubrieron que la principal fuente de contaminación de los jabalíes radiactivos, décadas antes del accidente nuclear de Chernóbil del 26 de abril de 1986, no era dicho accidente sino las pruebas de armas nucleares que se hicieron durante los años 1960.

Estos niveles de radioactividad superan los límites permitidos para el consumo humano y estas recientes investigaciones científicas han dado un vuelco al nivel de importaciones de carne de jabalí procedente de España porque, al estar más cerca de donde se hicieron algunos ensayos de armas nucleares los niveles de radiación de los jabalíes españoles son, con toda certeza, superiores a los que tienen los jabalíes de Alemania y Austria. El 13 de febrero de 1960 Francia llevó a cabo su primera prueba nuclear en el desierto del Sahara. Según fuentes francesas, llevó a cabo 17 experimentos con armas nucleares en el desierto argelino en el periodo comprendido entre 1960 y 1966. Los historiadores argelinos, sin embargo, estiman el número en 57. Las autoridades españolas no han hecho ningún estudio para comprobar la radioactividad de los jabalíes en España y se sigue consumiendo su carne, sobre todo en ámbitos rurales, sin avisar a la población de los peligros que comporta para su salud.

«Me quedé atónito cuando me di cuenta de lo relevante que sigue siendo la contaminación radiactiva en general», dijo Georg Steinhauser, radioquímico de la Universidad Técnica de Viena y autor del estudio. Steinhauser dijo que la gente no es consciente que, tantos años después de una explosión de armas nucleares, las poblaciones de jabalíes todavía están contaminadas con niveles de radiación muy por encima del límite alimentario reglamentario. Steinhauser y sus colegas investigaron la cantidad y el origen del cesio en los jabalíes. Trabajando con muestras de carne de jabalí facilitadas por cazadores del sur de Alemania, midieron los niveles de cesio con un detector de rayos gamma. El cesio radiactivo puede proceder tanto de la explosión de armas nucleares como de la explosión de la central de producción de energía nuclear. Pero su huella radiactiva tiene una composición isotópica diferente, cesio-137 y cesio-135 respectivamente. Al analizar la proporción de estos dos isótopos en la carne de jabalí, los investigadores obtuvieron una proporción más alta de cesio-137 lo que indicaba que el origen de la mayor parte de la contaminación radiactiva procedía de una explosión de armas nucleares. 

En las muestras analizadas, el equipo de Steinhauser encontró que el 88 por ciento de las muestras estaban por encima de los límites regulatorios de Alemania para el cesio radiactivo en los alimentos y al calcular la proporción de isótopos de cesio en las muestras, descubrieron que las pruebas de armas nucleares representan entre el 10 y el 68 por ciento de la contaminación. El estudio demuestra que aunque el accidente de Chernobyl nunca hubiera ocurrido, «algunos de los jabalíes capturados en Alemania todavía excederían los límites regulatorios de seguridad alimentaria sólo debido a las pruebas de armas nucleares», dijo Steinhauser.

La química nuclear Rebecca Abergel, que no participó en el estudio, dijo que “se sabe desde hace décadas que una importante contaminación isotópica en todo el planeta es resultado de la contaminación por armas nucleares”. Steinhauser dijo que es difícil atribuir la lluvia nuclear a un lugar o prueba determinado porque las pruebas afectaron a todo el hemisferio norte de manera bastante uniforme. Después de una explosión se produce una enorme corriente ascendente que empuja el material hacia arriba. Cuando la lluvia cae el material radiactivo se distribuye uniformemente. El estudio ayuda a comprender mejor el impacto de la actividad armamentística a lo largo del tiempo y subraya el papel que desempeña el ser humano en el medio ambiente. «Tenemos que cuidar bien de nuestro medio ambiente», dijo Steinhauser. «Una vez liberada, una sustancia radiactiva nunca más se puede volver a capturar, y la naturaleza no lo olvida».

Últimos ensayos de armas nucleares

El último ensayo nuclear de la Unión Soviética tuvo lugar el 24 de octubre de 1990; el del Reino Unido el 26 de noviembre de 1991 y el de los Estados Unidos el 23 de septiembre de 1992. Francia y China realizaron sus últimos ensayos en enero y julio de 1996 respectivamente.
Entre 1998 y 2017 se realizaron diez ensayos nucleares: dos la India el 11 y 13 de mayo de 1998 y dos Pakistán, dos semanas más tarde que los de la India, y seis la República Popular Democrática de Corea en 2006, 2009, 2013, dos en 2016 y en 2017.


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