Bueno, no es el famoso jabón de Aleppo, pero tiene muchas propiedades de esta planta. Lo hice a base de oleato de hojas de laurel (40 días macerando en aceite de oliva virgen extra!) y de esta manera todas las propiedades antisépticas, bactericidas y desinfectantes de laurel se retienen en este jabón. Gracias a ello el jabón de laurel ayuda a reconstruir las células de la piel, protegiéndola de las bacterias y agresiones externas. Al mismo tiempo es muy nutritivo y suave por el alto porcentaje de aceite de oliva, manteca de cacao y karité. El jabón de laurel es muy recomendado para las pieles secas y sensibles, con eczemas, psoriasis atopica y acné. Está aromatizado con aceites esenciales de romero, eucalipto, menta y clavo.