Revista Cultura y Ocio
Mucho se ha dicho y se ha debatido sobre la figura de Jack White, el músico de Detroit, y para mi sorpresa, es un tipo discutido. Repasas su carrera discográfica, la de un hombre que tiene 39 años, y ha editado 6 discos de estudio más un directo con The White Stripes, su banda más grande y laureada en la que compartía grupo con Meg, la batería, dos discos más con The Raconteurs con Brendan Benson uniendo fuerzas, otros dos con The Dead Weather junto a Allison Moshart de The Kills, Dean Fertita (guitarrista de Queens of the Stone Age) y Jack Lawrence de los Greenhornes, además de colaboraciones en bandas sonoras con temas, ha producido 4 o 5 discos de otros artistas, tiene un estudio de grabación donde recientemente Neil Young ha parido su última obra en una cabina vintage de los años 40... y encima hace 2 años sacó a la luz su primer trabajo en solitario, y en menos de un mes saldrá el segundo. Y dirán ustedes que bueno si, ha hecho muchos discos ¿y la calidad? Pues miren, de los White Stripes sólo puedo decir maravillas de todos los discos, unos más blueseros y otros más rockeros, unos más experimentales, y otros más sobrios, pero calidad sobrada, y en directo eran realmente geniales (yo los vi una vez y lo atestiguo). Las otras dos bandas tienen sus momentos excelentes y me encantan, y hablan a las claras de lo gran músico que es el señor White, asociándose con gente de diferentes opiniones musicales y encajando de manera perfecta en esos proyectos dónde él se evade y busca más recovecos en su extensa manera de entender la música.Por si fuese poco, el tema de la imagen también lo ha cuidado mucho, y pasó de las barras blancas y rojas al color azul, en este su primer trabajo en solitario. Y ya el colmo es que es multinstrumentista, y un excelso guitarrista.
Blunderbluss, es un disco donde el genio de Detroit hace una cosa que a mi me encanta, y es que todos o muchos de los palos que le gustan, los asimila, los mezcla en su coctelera y los pare dándoles su propio sello, para que parezcan perfectamente identificables como suyos, y a fe que lo consigue. En este disco hay rock, hay blues, hay folk, soul, incluso country, pero bajo el tamiz del Sr.White y eso es algo que bajo mi punto de vista denota una maestría total y absoluta. Ya que cuanto más va a la raíz de esos estilos y más atrás se va, el resultado se va engrandeciendo, sin perder un ápice de modernidad. Un disco que se escucha del tirón, y que es de los que gana muchísimo con cada escucha.El álbum comienza con Missing pieces y ese teclado juguetón de notas esparcidas, hasta que entra la voz y la base rítmica, desarrolla la melodía con un enorme sólo de guitarra que ensalza la excelente canción con ese final tremendo del teclado y su sólo. Sixteen saltines es un rock puro de Jack dónde a un riff poderoso de guitarra le acompaña su voz desatada y controlada a la vez. Freedom at 21 (con un vídeo espectacular), habla de esa libertad de mayoría de edad que se tiene a los 21 en Estados Unidos, con un sorprendente ritmo y melodía, que estalla con cambios de ritmo geniales nos descubre un temazo de tomo y lomo. Love interruption fue el primer single del disco, tema lento cantado con una voz de color (Ruby Amanfu) que nada entre el blues, el soul y el góspel, delicada y preciosa pieza acompañada de un piano wurlitzer. Blunderbluss, tema que da título al disco tiene un inicio country, para luego entrar la voz de Jack y desplegar sus encantos, además de un pedal Steel guitar que domina en la melodía junto al piano. Hypocritical kiss con un curioso piano que suena muy antíguo es de las canciones más bonitas del disco, dónde White canta de vicio en un medio tiempo que también domina. Weep themselves to sleep tiene una recreación de piano inicial bestial, hasta que entra la voz sincopada de Jack, para moverse como pez en el agua en los cambios de ritmo del temazo. I'm shakin' quizás es el tema más innovador del disco y a la vez el que tira más de esencia de la música negra, tremendo ritmo, tremenda melodía, voz y pufff ese riff, el coro góspel... qué locura de tema que no me canso de oír. Trash Tongue Talker es otro tema dónde el piano lleva la voz cantante, junto a la voz de Mr.White, quizás más juguetón y saltarín que sus antecesores, pero muy bien rematado. Hip (Eponymous) Poor boy es un tema alegre, de aires countries de nuevo, desenfadada tonada que hace de perfecta transición. I guess I should go to sleep es quizás la canción más curiosa del disco, con un contrabajo que hace la entrada, para que la voz de White y su corista Pokey Lafarge le haga la réplica, además de una mandolina adecuada que contiene. On and on and on es casi una pieza de banda sonora, tema lento, de onda sureña y muy suave. Take me with you when you go predomina en ese aire bluesero-country del final del disco, con coros acompañando la voz de Jack y ciertos violines que acompañan la melodía y una guitarra final de lo más alucinante.
Jack White demostró con este disco que es, otra vez, un excelente compositor. Mucha gente esperaba un disco de White Stripes sin Meg, error, porque Jack tiene su propia personalidad aparte de la banda madre, eso si, hay temas que quizá, y es lógico, recuerden al grupo de las barras blancas y rojas, pero ya deja claro que su onda es otra y que tiene muy diáfano por dónde va.Este post fue escrito por mi para Exile SH Magazine y ahora reposa en mi espacio.Os dejo con el vídeo del tema Sixteen saltines en vivo en el programa de Jools Holland.