Jack White supo lo que era el éxito hace ya unos años gracias a su banda The White Stripes. Durante 14 años saboreó las mieles del éxito junto a su mujer Meg fusionando el rock con diversos estilos que irían desde el punk hasta el blues pasando por el garage y el country.
Jack había compatibilizado el proyecto primario con diversas actividades como la colaboración en bandas sonoras para películas como Cold Montain de Anthony Minghella o Van Lear Rose de Loretta Lynn, su incursión como actor y productor de cine y la formación de dos bandas satélite: The Raconteurs y The Dead Weather.
Pero después de tanto tiempo trabajando con gente de todo tipo, Jack White tenía la necesidad de iniciar una etapa nueva apoyado en su carrera en solitario. Así se adentrá en Blunderbuss, su primer disco con nombre propio, utilizando registros de todos su anteriores proyecto pero introduciendo elementos nuevos y explotando su potencial como no lo pudo hacer anteriormente.
Todo bajo su batuta (la grabación y producción de Blunderbuss la hizo en su estudio Third Man de Nashville) Jack White no ha intentado crear un disco más de guitarras sucias y canciones enérgicas, si no sentar unas sólidas bases para que su carrera en solitario no quede en mera anécdota. Así encontramos nuevos elementos como las melodías de piano, referencias a los inicios de la psicodelia de los 60s, estructuras complejas y diversidad en cada tema, haciendo de este Blunderbuss un álbum completo y sorprendente.
“I guess I should go to sleep…”