Revista Cultura y Ocio
Que Jack White es un genio, a estas alturas creo que no admite discusión, aunque evidentemente siempre habrá gente que diga que su estilo le puede gustar más o menos, yo por mi parte lo tengo claro y diáfano, me encanta. Sus dos primeros trabajos en solitario Blunderbluss y Lazaretto me parecen extraordinarios (hablé de ambos aquí en su día). Jack graba con medio analógicos, le gusta el sonido antiguo, pero también toda esa actitud vintage si no está acompañada de buenas canciones no tendría mucha validez, por así decirlo. Y claro, las canciones son rematadamente buenas e incorporan ideas y sonidos siempre novedosos e ingeniosos, que hacen que este pedazo de músico siga siendo una referencia a la hora de encontrar nuevos caminos sonoros. Este artista, tiene la gran capacidad de utilizar métodos e instrumentos antiguos y sonar más moderno que nadie.
Aquí hay rock and roll, funky, country, blues, góspel, soul, etc... ahí es nada y seguro que me dejo algún estilo, dentro de su disco más ambicioso. Al parecer, el genio concibió el álbum en un apartamento austero sin distracciones exteriores, y con una grabadora de cuatro pistas, un mezclador e instrumentación básica. Su inquietud musical y sonora es asombrosa.
Ojo, también digo que es un disco muy experimental y es posible que haya determinado oyente que le resulte duro un disco así al oído.
Comienza el disco con Connected by love, el que fue el primer single, un tema que demuestra muy bien todo lo que hay en el disco, subidas, bajadas, melodía donde guitarras, teclados y coros en onda soul quedan tan bien empastados que hacen del conjunto una maravilla, temazo para empezar. Why walk a dog? suena bastante experimental y donde Jack juega con la guitarra, los pedales y los sonidos, arropado por unos teclados humeantes, medio tiempo de tremenda clase. Corporation fue otro de los adelantos, y aquí es donde demuestra lo delante que va en muchos sentidos, con una melodía de piano que repite varias veces, mete percusiones y hace una jam gloriosa donde también guitarrea a gusto, solo un músico único puede hacer un tema tan especial donde quepan tantos estilos y tan bien conjuntados. Abulia and Akrasia cuenta con la colaboración de C.W. Stoneking que hace un spoken-word. Hypermisophoniac es como una deconstrucción de canción, va hacia atrás con teclas de piano destartaladas y sonidos dados la vuelta, mientras Jack canta entre toda esa amalgama de ruidos que se inventa, curiosa experimentación. Ice Station Zebra es una locura, mezcla muchos estilos, un ritmo de base algo machacón, mientras Jack rapea con la letra, tiene ritmos funkys, incluso hasta tiene soul en algún momento con esos teclados estilo Motown.
Over and over and over es mi tema favorito del disco, y quizás también el más clásico en el estilo de Mr. White, el que sería de evolución más lógica de sus anteriores discos, con un riff de guitarra mandón y esa modulación de los coros góspel que me parece un pasada. Everything you've ever learned posee un speech, que se alarga sobre los poco más de dos minutos que dura, aparte de incluir un solo instrumental curioso. Respect Commander es otro de los grandes momentos del disco que empieza con una intro, hasta que desarrolla la melodía y ese riff de guitarra que es el hilo conductor en todo el inicio junto a la percusión latente, hasta que para y entra el teclado atmosférico, quizás la canción más ambiental del disco, para desarrollar la voz en la segunda parte del tema, junto al solo bestial de guitarra. Ezmerelda Steals the show es casi una recitación con música detrás de acompañamiento. Get in the mind shaft tiene un ritmo funky-pop pero mezclado con la electrónica desde su punto de vista, sin llegar a ser género electro incorpora sonidos y matices (en las voces) algo robóticas. What's done is done es el tema más country, pero un country del siglo XXI con elementos antiguos, es increíble como inventa este hombre, suena moderno y clásico al mismo tiempo y ese órgano por favor... delicioso. Humoresque cierra el trabajo con piano y voz al inicio, casi en plan nana para irse a la cama (tipo Good Night del disco blanco de los Beatles), magnífico final tierno.
En definitiva este es un disco para mentes musicales abiertas y sin prejuicios pero también para aquellos/as que buscan algo más en un álbum que simplemente buenas canciones, sino algo distinto y que le haga pensar. Se puede ser clásico y moderno a la vez, no pasa nada.
Os dejo con Ice Station Zebra.