Revista Música

Jacques Brel - Olympia 64 (1964)

Por Spellbound
Jacques Brel - Olympia 64 (1964) Como les comenté en el post anterior, Jacques Brel fue una influencia clave para Scott Walker, quien, aunque parezca inverosímil, lo conoció gracias ¡a una conejita de Playboy! Brel también prefiguró el perfil del cantante que, casi como un deber, entrega su alma sobre el escenario. Como bien dice Sol Garcia, muchos podrán vestirse mejor que él, pero ninguno podrá igualar su pasión. He convocado a la encantadora Mish Laura para que escriba sobre "Olimpia 64", el mítico disco que rescata una de sus mejores perfomances.
“Nadie puede ser el mismo después de escuchar a Jacques Brel”, afirma Luis García Gil en la portada de su biografía Jacques Brel, una canción desesperada. Tanto ha conmovido este genial artista francófono que sus compatriotas han llegado a nombrarlo el belga más importante de todos los tiempos.
Nacido en el seno de una familia católica flamenca, se instala en París en 1953 para consagrarse a la música, algo que le permita escapar de la cartonería familiar. Para subsistir, le da clases de guitarra a un artista de varieté italiano, Francesco “Cocky” Frediani; gracias a él, logrará su primer paso por el Olympia, la centenaria sala de espectáculos. En ese entonces, debía tocar mientras el público ingresaba a la sala y se instalaba en sus lugares, más colaborar tras la barra del music hall más antiguo de París. Pocos años después, el Olympia lo recibirá nuevamente pero esta vez ingresará “por la puerta grande.” Tres veces se presentará allí. Sobre su primer concierto en 1961, el historiador del género Marc Robine afirmará en su biografía Gran Jacques, la novela de Jacques Brel: “va hasta el límite de sus fuerzas; cada frase te llega a la cara y te deja como groggy”. Lo haría por última vez en 1966; al año siguiente, abandonaría la música para dedicarse al cine. Su segunda presentación, aquella que tuvo lugar el 16 de octubre de 1964, cuyo grabación realizada por Europe 1 permitió que luego se convirtiera en Olympia 64. Este concierto se inicia con “Amsterdam”. Esta versión de la canción tradicional “Greensleeves” (pero con otras palabras) que refiere a los sueños de amor efímeros de los marineros no está incluida en ningún disco de estudio y esta grabación en vivo es el único registro que se tiene de ella. Si bien se convirtió inmediatamente en un éxito (en 1970, David Bowie la versionaría en inglés), nunca fue del agrado de su autor, que refiere a ella en “Vieillir” (“Envejecer”), canción perteneciente a Brel, su último disco: “escupir el último diente cantando ‘Amsterdam’”.
Pero también incluye “Les bourgeois” (ácida crítica a esa clase a la que no podía dejar de pertenecer), “Le plat pays” (que evoca el paisaje de su país natal y que también grabará Nana Mouskouri), “Les vieux”, “Madelaine”, más su “Tango funebre”. Sobre la gran ausente, “Ne me quitte pas”, su composición más popular, diría Edith Piaf: “hombre, no debería cantar cosas así.”
García Gil lo llamó “eterno Quijote de canciones tan desesperadas como eternas”. Artífice destacado de la chanson française de su época, innovador pintor de la vida, creativo espejo del mundo en toda su diversidad, a través de un lenguaje claro, sencillo mas no por ello menos emotivo, muchos han continuado tras sus huellas en busca de la canción perfecta.
Laura Valeria Cozzo
Track List:
01. Amsterdam
02. Les Timides (The Timid People)
03. Le Dernier Repas (The Last Supper)
04. Les Jardins De Casino (The Casino Gardens)
05. Les Vieux (The Old People)
06. Les Toros (The Bulls)
07. Le Tango Funebre (The Funeral Tango)
08. Le Plat Pays (The Flat Lands)
09. Les Bonbons (Candies)
10. Mathilde
11. Les Bigotes (The Bigoted Church Ladies)
12. Les Bourgeois (Middle Class People)
13. Jef
14. Au Suivant (Next)
15. Madeleine

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