
Jacques Darras.
Arqueología del agua.
Antología 1988-2001.
Edición, traducción y notas de Miguel Veyrat.
Libros del Aire. Jardín Cerrado. Madrid, 2011.
En el prólogo de la Antología fluvial (2006), escribía Miguel Veyrat acerca de la poesía de Jacques Darras, uno de los poetas europeos vivos más importantes: El poema que habla caminando sólo podrá cantarse en verso transparente, tan claro y blanco como las aguas del lenguaje ético que deja fluir el poeta desde las riberas que recorre identificando su sentido.
Algunas de esas claves - la transparencia, el agua, la ética y el sentido, el poeta identificado con la fluencia del río- son fundamentales para acercarse a los poemas de Arqueología del agua, la antología bilingüe de la poesía de Darras entre 1988 y 2001 que publica Libros del Aire con edición, traducción y notas de Miguel Veyrat.
Hay que entrar en estos poemas como se entra en las aguas de un río: desnudos y libres para dejarse llevar por la corriente y la cadencia musical de unos textos salmódicos que se plantean desde el Preludio comouna inmersión en el agua:
el agua es lo que no tiene edad
no existe una arqueología del agua
no existen sedimentos líquidos
el agua deposita la tierra
el agua acarrea la historia de la tierra
el agua se libera del peso de la historia
la historia del agua se hace aluvial
el agua se marca por su conversión a la arcilla
Al final de este Preludio se anuncia el tema principal de los pliegues del agua:
el agua es un pliegue
el agua es un plegamiento invisible
el agua es pliegue en el sentido de la longitud de la tierra
el agua es el pliegue de la tierra cuando se despliega
el agua es el pliegue del tiempo cuando se evade
el agua es el pliegue de los días cuando se expande
el hombre ocupa el pliegue del agua
el hombre ocupa el pliegue del despliegue de la tierra
el hombre ocupa el pliegue de la transparencia
ya no hay más que un solo río
ya no hay más que la sencillez del pliegue del agua
Y en torno a esa imagen que une la tierra y el agua, el tiempo y la transparencia se organizan las cinco partes de la antología, los cinco pliegues que organizan una estructura musical que culmina en el Finale en que desemboca la fluidez líquida de estos versos y estos poemas que confirman la imagen que recorre toda la obra de Darras: el río y las aguas subterráneas como esencia de la poesía.
Los textos exigentes de Arqueología del agua requerían una traducción adecuada: la que propone Miguel Veyrat, que conoce minuciosamente el universo poético de Darras y mereció con su traducción de la Antología fluvial el Premio Stendhal, ha trasladado al compás silábico del español el difícil tono salmódico de estos textos y sus propuestas visionarias, tan intransitivas, tan inefables, tan imprescindibles.
Santos Domínguez
