Revista Viajes

Jaén, la carrera de San Antón y las lumbres

Por Veronica Cussi @touristear

La carrera y las lumbres de San Anton. Jaen

Este fin de semana he tenido la oportunidad de pasarlo en Jaén en San Anton, junto con mis compañeros Paco de LazyBlog y Patri, más conocida como La Cosmopolilla. Fuimos los tres a conocer un poco más de esta preciosa ciudad que es Jaén durante la celebración de la carrera y las lumbres de San Anton.

Planificación del día de San Anton

La idea era clara, y el día iba a ser intenso, disfrutar de un día en Jaén, conocer el castillo de Santa Catalina y el parador que es una preciosidad, disfrutar de una agradable comida en el restaurante del parador por obra y gracia de la fantástica imaginación gastronómica de Mario Sandoval, conocer la única almazara que está ubicada en Jaén ciudad, vivir la carrera de San Antonn que es una carrera muy especial y con unas tradiciones muy bonitas, y luego subir a las lumbres para disfrutar allí de los melenchones, las rosetas (palomitas), el fuego, la parrilla y los amigos.

Salimos directamente de Madrid porque Jaén es una ciudad que está más cerca de Madrid de lo que parece, a unas tres horas y media, vamos que sales a las ocho de la mañana y a las 11:30 te has plantado en Jaén. Me encanta esto de esta ciudad porque yo soy mucho de hacer estos planes de toco y me voy.

El Castillo de Santa Catalina

Jaén, la carrera de San Antón y las lumbres

Lo primero que hicimos cuando llegamos a Jaén fue visitar la carpa de las inscripciones de la carrera de San Anton. Para empezar a vivir el ambientillo. De aquí nos fuimos directos a conocer el castillo de Santa Catalina. Tuvimos además la suerte de que nos hiciera la visita guiada un guía súper profesional que además vivía el castillo con muchísima intensidad. Te contaba las historias casi como si las estuviste viviendo en ese momento.

El castillo de Santa Catalina fue de los árabes, luego fue tomado por los cristianos y luego por los franceses para ser devuelto años más tarde. Ha vivido muchas épocas diferentes y eso deja huella en el propio castillo.

Pudimos visitar las diferentes torres y conocer alguna de las leyendas de este precioso castillo. Como la del lagarto de Magdalena o conocer la historia de algún español peleón y batallador con los franceses aunque luego lo pagará con su vida como el capitán de la guerrilla Pedro del Alcalde. Que fue precisamente encarcelado en este castillo.

Jaén, la carrera de San Antón y las lumbres

Pero lo más bonito para mí del castillo de Santa Catalina sin lugar a dudas fueron las vistas que uno tiene de Jaén y de la serranía cercana. son una auténtica preciosidad y solo por eso ya está bien pagada la entrada.

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Comer en el Parador de Jaén

Como colofón a una mañana espectacular pudimos comer en el parador el menú degustación que ha diseñado Mario Sandoval. Es un menú espectacular, sencillamente fantástico. Además iba acompañado por una de las personas que conozco que más sabe de cocina que es mi querido Paco de LazyBlog.

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Esto es un añadido importante porque cuando te explican el plato, la dificultad o cómo hacerlo, la experiencia en si misma cambia radicalmente. Además el menú va maridado con los vinos más adecuados para cada plato a cada cual más rico. Eso sí, hay que ser un fuera de serie para acabárselo todo. Mira que yo tengo saque y me costó Dios y ayuda.

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Visita a la Almazara de Supremo

Después de comer visitamos la única almazara que hay en Jaén, Aceites Supremo. Nos enseñaron como es el proceso de fabricación del AOVE de principio a fin. Vimos como los agricultores descargaban la aceituna, que por estas fechas llaman lampante ya que su calidad es inferior.

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Nos explicaron con todo lujo de detalles como las limpian, las muelen y obtienen el aceite que luego controlan con mimo para que llegue a nuestra mesa en perfecto estado y con todo su sabor. Siempre que visitó una almazara o una bodega aprendo algo que luego me sirve para disfrutar un poco más y mejor de estos productos como el aceite de oliva o el vino, tan característicos de nuestra tierra y que nos enorgullecen cuando salimos al extranjero.

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Probé unos aceites espectaculares que según abres la botella desprenden un olor a tomatera maravilloso. No producen muchísima cantidad pero lo que hacen lo hacen bien.

La carrera de San Anton

Y de aquí nos fuimos directos a la carrera de San Antón. Es una carrera que tiene un ambiente especial. primero por las fechas en que se celebra, en Enero justo después de la fiesta de Reyes. Ya lo dice el dicho: "Hasta San Antón pascuas son".

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Pero además es una carrera con mucho prestigio entre los corredores y se inscriben los mejores de España. Cuando los entrevistaban todos decían lo mismo, "es la carrera más importante de estas características en España junto con la San Silvestre vallecana".

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Además se celebra de noche y los jienenses se colocan a ambos lados del recorrido iluminándolo con antorchas para que los corredores no den un paso en falso. Es un momento muy emotivo y la gente lo vive con una intensidad especial. Este año la carrera la gano Carlos Castillejo. Yo no soy mucho de correr y se bastante poco de atletismo pero fue impresionante la manera de correr de este atleta olímpico.

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Yo estaba fascinado con el ambiente en si mismo, eran más de 12.000 personas compartiendo una afición como el deporte y una tradición preciosa.

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Las lumbres de San Anton

Después de la carrera nos fuimos a las lumbres. Yo no sé que tiene el fuego y el ser humano pero nos genera una atracción especial y da un toque un poco mágico cada vez que lo compartimos. Lo más impresionante es que las hogueras se hacen en leño centro de Jaén, y son enormes, no son una hoguerita cualquiera.

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Los vecinos aprovechan las hogueras para preparar unas patillas en las que hacer carne, pancetta, chorizos y morcillas, tomar unas cervezas y comentar los resultados de la carrera mientras cantan melenchones que son canciones y bailes tradicionales y de antigüedad centenaria y se bailan en corro como los antiguos bailes medievales.

Además es tradicional durante las hogueras comer rosetas que son palomitas de maíz.

La tradición de las hogueras se debe a la celebración de la finalización de la temporada de la recogida de la aceituna en la que tras terminar de recoger quemaban los aperos y utensilios que habían quedado inservibles.

Jaén y sus lumbres de San Antón quedan en mi memoria como una gran fiesta que uno debe disfrutar al menos una vez en la vida.

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