Revista Cultura y Ocio

Jaime Azpilicueta

Publicado el 29 septiembre 2016 por Juliobravo
Jaime Azpilicueta

El 6 de noviembre de 1975 se estrenó en el Teatro Alcalá Palace (hoy es el Nuevo Teatro Alcalá) «Jesucristo Superstar». Yo estaba a punto de cumplir doce años. Lo digo para justificar que no viera aquel espectáculo. Me resarcí oyendo una y otra vez el disco con la grabación de la obra -veladas de karaoke casero incluidas-, con las historias que me contó unos años después Eva, una amiga mía de entonces, que la había visto dos veces; y participando como encargado de la música en una función del musical que se hizo en el colegio.

En 1980 se estrenó «Evita», con los mismos dos nombres que en «Jesucristo Superstar» como responsables: Ignacio Artime y Jaime Azpilicueta. Este montaje sí lo vi... Tres veces. Y uno de sus protagonistas, el bajo Julio Catania (Perón) se convirtió en la primera entrevista periodística de mi vida (fue un ejercicio universitario).

Con el tiempo, tuve la fortuna de conocer a Jaime y a Nacho, dos pilares del teatro musical español; los años me han permitido tratarles con frecuencia y tener una relación muy amistosa con ellos. Jaime es una de las personas más educadas que conozco, es un auténtico caballero. Posee un rictus inalterablemente apacible, y un tono de voz que diríase que tiene controlado el volumen.

Con 16 años, en un cine de Londres -el Astoria, ya desaparecido- descubrió la magia del musical viendo la película «West Side Story». Con «Jesucristo Superstar», primero, y «Evita», después, cambió la historia del género en nuestro país y, de algún modo (y como hizo anteriormente José Tamayo), abrió las puertas a un nuevo modo de hacer teatro en España.

Azpilicueta ha vuelto a montar «Evita» y «Jesucristo Superstar», en sendas producciones del Auditorio de Tenerife, una ciudad a la que está ligado desde hace muchos años y donde ha dirigido muchísimas de las galas de su Carnaval. A Madrid ha llegado la primera, en un montaje de modestas ambiciones pero lleno de talento. Azpilicueta muestra en «Evita» su sabiduría, su magisterio, su conocimiento de las reglas que exige un musical y, sobre todo, su respeto y su cariño por el género (parecería condición sine qua non para cualquier director que ponga en pie un musical, pero no lo es). El mismo respeto y cariño que yo le tengo.

En la foto, de Javier Naval, Jaime Azpilicueta aparece con Inma Mira, la protagonista de «Evita»

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