Jaime Cedrún en el acto conmemorativo de la matanza de Atocha, esta mañana.
El pasado 22 de junio, la Comisión Ejecutiva de CCOO de Madrid, a propuesta de su secretario general, Javier López, decidía proponer al actual secretario de Política Institucional como candidato a la Secretaría General de CCOO de Madrid. La propuesta no contó con ningún voto en contra. El candidato, surgido del consenso de la Ejecutiva regional, presentaba el 6 de julio las ponencias del décimo Congreso al Consejo Regional y éstas fueron aprobadas por unanimidad. Las ponencias suponen en el ámbito interno del sindicato un «cambio organizativo», asegura Cedrún, y de cara al exterior, «están dirigidas a enfrentarnos a la agresión generalizada que estamos padeciendo. Por tanto, una ponencia que se incardina en la estrategia confederal y en la acción sindical a nivel europeo y estatal».Natural de una pequeña localidad vallisoletana, Cedrún es licenciado en Ciencias Químicas, rama industrial, por la Universidad de Valladolid. Desde 1979 es profesor de enseñanza secundaria. Ha impartido clases en Valladolid, Vizcaya y Madrid. Entre 1990 y 2000 es secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid y, a partir de ese año, secretario de Política Institucional de CCOO de Madrid. Es vicepresidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid, donde es consejero portavoz del Grupo sindical.
P. ¿Qué destacas de las ponencias en su vertiente más de cara al exterior?R. La crisis se está aprovechando para hacer un ajuste ideológico de una forma inmoral para que recaiga exclusivamente sobre los trabajadores. Las ponencias están dirigidas a enfrentarnos a esta agresión generalizada. Eso es lo más destacable. En el marco autonómico hay que cambiar la política económica para la creación de empleo y forzar al Gobierno regional a que responda a las personas sin protección. Además, se analizan las causas de la crisis y se constata la burbuja inmobiliaria como principal vicio. Consecuentemente plantearnos una alternativa de cambio del modelo productivo para salir de la crisis. Un modelo que abogue por la industria, la investigación y el desarrollo, el comercio, el turismo…, una propuesta muy alejada del modelo cutre de lupanar y juego que nos proponen con proyectos como Eurovegas que, además, promueve unas relaciones laborales semiclandestinas.
P. ¿Qué quieres decir con un profundo cambio organizativo?R. Bueno. Vivimos un periodo de profunda crisis que no parece que sea corto y que conlleva una disminución de recursos humanos y materiales. Además, la nefasta reforma laboral supone cambios profundos de la negociación colectiva como la prioridad del convenio colectivo de empresa frente al sectorial, la facilidad para los descuelgues o para modificar las condiciones laborales. Tenemos que innovar, incluso ir por delante, para ello es necesario más sindicato en la empresa y más sindicato en la sociedad. Nuestra esencia es organizar a la clase trabajadora basándonos en el equilibrio organizativo entre las estructuras de rama y territoriales. Es imprescindible que toda la estructura esté coordinada y engrasada en estos momentos en que la persecución sindical es una constante tanto a nivel institucional como en las empresas, especialmente en las pequeñas y medianas. En éstas parece que volvemos a la época del franquismo, a la clandestinidad. Los trabajadores y las trabajadoras tienen miedo a ser identificados con el sindicato, por lo que la labor hay que realizarla fuera de la empresa. Y tenemos que dar respuesta tanto a trabajadores autónomos como a la juventud, como a los colectivos sin empresa: personas en paro, pensionistas.Tenemos que enfrentarnos al intento de que las mujeres, lejos de avanzar, sufran un retroceso de sus derechos.
P. No es fácil la tarea…R. Vamos a intensificar la batalla cultural contra el neoliberalismo, para lo que es imprescindible la participación activa de toda la afiliación. Es necesario el contacto directo y que todas las dudas de afiliados y afiliadas se resuelvan con rapidez, para ello vamos a crear la «Oficina de la afiliación». Y su implicación en la acción sindical y reivindicativa para poder llegar a todos los trabajadores y trabajadoras y convencerlos de que tienen que organizarse sindicalmente, que tienen que afiliarse. Impulsaremos la unidad de acción con todas las organizaciones sindicales, en primer lugar con UGT. Las últimas experiencias contra los recortes nos demuestran no solo que se puede conseguir, sino que la situación actual de emergencia social y laboral lo reclama.
P. ¿Y cómo hacer frente a la persecución sindical?R. Vivimos un escenario brutal contra los sindicatos en el que se intenta linchar socialmente a delegados y liberados para posteriormente recortar derechos sindicales. En Madrid, Esperanza Aguirre primero intentó comprarnos con grandes subvenciones y como no dio resultado inició la voladura de todos los «pactos de derechos sindicales», que ahora están imitando los gobiernos del PP en otras Comunidades Autónomas y en el Estado. Todo ello implica reducción de recursos. La respuesta es la reestructuración de la organización y adecuar nuestro funcionamiento a los recursos existentes. Las cientos sesenta mil personas afiliadas en Madrid son nuestra principal fuerza, así como la principal fuente de financiación del sindicato. Y nuestra determinación y capacidad sindical no se han visto alteradas.
P. Con estos cambios e iniciativas que se proponen, ¿qué perfil crees que debe tener la próxima Ejecutiva?R. Hay que proceder a la renovación desde la experiencia adquirida en estos últimos años de crisis y recortes, así como desde las consecuencias de la crisis tanto sobre derechos de trabajadores como sobre el funcionamiento interno. La próxima ejecutiva tiene que ser capaz de hacer frente a los retos que se plantean en la ponencia, lo que exige un equipo solvente que aúne continuidad y renovación; un equipo que haga frente a, posiblemente, el peor periodo que vamos a pasar en democracia en materia de derechos laborales, sociales y civiles; un equipo muy cohesionado y a su vez capaz de integrar las distintas sensibilidades del sindicato y buscar la complicidad de todas las estructuras que conforman las Comisiones Obreras de Madrid, así como movilizar a toda la afiliación y a la clase trabajadora en general. Y además, tendrá que continuar dando un salto cualitativo en la alianza con la sociedad madrileña, fortaleciendo el tejido social.
P. Es decir, la intención es llegar a la afiliación y más allá…R. Hay que organizar instrumentos estables de coordinación y trabajo con las organizaciones y asociaciones ciudadanas de siempre, así como con los movimientos emergentes como el 15M. El trabajo que Comisiones Obreras, junto a UGT, han realizado en solitario de promover el tejido social y coordinarlo está cuajando al calor de los recortes. Planteamos la forma de organizar a ese tejido social con eficacia, con plataformas que sean operativas.
P. ¿Cómo ve el futuro de esta interminable crisis?R. Con las políticas que se están planteando, de la crisis no vamos a salir antes de 2017, por lo tanto los próximos cuatro años van a ser de resistencia y de lucha contra los recortes y por el empleo. Va a ser un futuro de movilización y presión para que cambien las políticas y podamos salir antes de la crisis, se vuelva a crear empleo y se termine con el dolor y los padecimientos de millones de trabajadores. Tenemos que revertir la reforma laboral, recuperar la negociación colectiva y forzar el Diálogo Social para que la salida de la crisis se salde con un cambio en el modelo de crecimiento y un refuerzo del Estado del bienestar. En suma, vamos a continuar con la acción sindical desarrollada en los últimos tiempos, dándole un impulso de renovación que lo extienda y la haga más eficaz. A mayor ataque, más intensidad y más amplitud en la respuesta social y laboral.
"Vamos a intensificar la batalla contra el neoliberalismo"
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