Sinceramente, no lo acabo de entender. Creo que, por lo que observo, y esto lo digo con toda la humildad posible, no existen muchos blogs de poesía que se actualicen a diario con dos y hasta tres post sobre poesía principalmente, sobre poesía de prácticamente todos los géneros. Soy de la opinión de que los lectores han de tener acceso a todo tipo de poesía y que sean ellos los que se decidan por un género poético o por otro o por ninguno. Así que empleo cada día como un par de horas en leer, seleccionar y finalmente actualizar el blog. Por amor al arte, todo hay que decirlo. Y sin embargo, por extraño que parezca, en vez de ganar adeptos, los pierdo. No sé, en serio, a qué es debido esto. Pero se me ha metido en la cabeza, llámame paranoico si quieres, que se debe, más que nada, a una cuestión personal conmigo. Le caigo mal a la peña. No sé si debido a mi pasado turbulento. No sé si por causa de mi pelo largo, mal visto todavía en tipos que pasamos de los 50. No sé si por causa de mis propios poemas o relatos. No sé si debido quizá a que dispongo de 24 horas al día para tocarme los cojones, ya se sabe que escribir no es un trabajo, cuando la mayor parte de la gente tiene que dedicar dichas horas a desempeñar un trabajo de mierda. Puede que sea, a lo mejor, porque no me importa confesar que me gustan las drogas, ciertas drogas, aparte de las legales. Quizá sea porque no tengo por costumbre chupar pollas, en una sociedad en la que uno escucha cosas como Pues yo con tal de que me publicasen un libro dejaría que me dieran por el culo, literalmente hablando. O puede que sea porque en una sociedad amiguista y corrupta, en mi caso mis únicos amigos sean los libros y mi Santo Grial la poesía. En realidad, a estas alturas de mi vida, me sudan la polla las razones. Pero el hecho es que si con todo lo que posteo en este cuaderno sigo perdiendo lectores, no me agrada la palabra seguidores, es que se trata, qué duda cabe, de algo personal conmigo o contra mí. Dicho esto, y a falta de todavía de unos cuantos post, creo que me irás viendo cada vez menos por estos lares. Porque, además, ya no tengo libros nuevos que ofrecerte.Y, como expliqué en otra ocasión, será difícil que vuelva a comprar ningún libro más, en especial con lo que luego me cuesta venderlos, aún a precios irrisorios. Así que me voy a limitar a aparecer por aquí cuando tenga algo que me apetezca compartir contigo, lo que en el caso de esta misma mañana se reduce a este cartel, que anuncia la Jam de Poesía que cada jueves Laura Fjäder y yo coordinamos en El Bello Verano, en el bar en el que incluso en otoño siempre hace buen tiempo para la poesía. Pásate si quieres, trae tus poemas y Laura y yo te presentamos y luego el micro es tuyo: