Sam Raimi quiere hacer su versión de El Mago de Oz, que en realidad sería una especie de precuela, y se ha vuelto a quedar sin candidato a ser el mago, ya que Johnny Depp se ha caído, después de que se cayera Robert Downey Jr., pero no pasa nada, porque ahí está James Franco, el chico de moda, que ya ha trabajado con el director, en negociaciones para participar en la película.
La historia de este film giraría en torno a un joven ilusionista que se ve obligado a huir de un circo ambulante. Su globo es arrastrado a Oz, que es gobernada por dos malvadas brujas. Por lo que suponemos que la llegada de mago supondría el nuevo orden de Oz, previo a la visita de Dorothy y así enseñarle que no hay ningún lugar como el hogar.
Acepte o no el papel, está claro que a partir de ahora veremos al actor mucho más en la pantalla.