Cambio de perfil para el anfitrión de la ceremonia
En la Academia ya no saben que hacer para levantar las bajas audiencias que cosecha todos los años la gala. Con el fichaje de Hugh Jackman hace un par de ediciones lograron recuperar algo la tendencia y fue el pasado año con el trabajo doble de Alec Baldwin y Steve Martin cuando los resultados fueron completamente satisfactorios. Casi 42 millones de personas se tragaron una ceremonia de 217 minutos que la prensa especializada no dudó en calificar de "aburrida, sosa y sin gracia", y vaya si lo fue.
Para esta temporada la idea es apuntar al público más joven a la vez que la industria saca pecho con dos de los intérpretes de nueva hornada más talentosos y versátiles. Además puede darse la curiosa situación de que el presentador acabe nominado por las 127 Horas de Danny Boyle. ¿Os imagináis que termina presentando con el premio bajo el brazo? No es que nos caigan mal Hathaway y Franco, todo lo contrario, pero puestos a elegir actores como maestros de ceremonias, ¿Nadie ha pensado en Robert Downey Jr? Sea como fuere al final lo importante es que el guión esté a la altura.