Me encantaría pensar que Japón es nuestro futuro, pero eso sería como imaginar que algún día los gringos dejarán de ser capitalistas, que los indios se convertirán en gente extremadamente pulcra, o que nosotros los latinos dejaremos de pelear por todo con nuestros países vecinos…
Japón es Japón, donde nace el sol, y no hay otro más en la galaxia. Lo he intentado acomodar mentalmente en otro continente porque siento que no pertenece a Asia, pero es demasiado perfecto para pertenecer a América, demasiado honrado para ser un Neoyorkino, y demasiado atento para hacerse pasar por un indiferente Europeo.
La mayor parte del tiempo de mi estadía en este extraterrestre país la pasé en la ciudad de Osaka, y quedé impresionada con la honradez y educación de sus habitantes. Nadie me quería estafar ni me perseguían en las calles vendiéndome cosas dios mío. Era todo tan extraño que me sentía en Marte. Si nos veían en la calle con un mapa se acercaban para ayudarnos, y aunque ni siquiera hablaran un poquito de inglés, nos indicaban como llegar, muchas veces nos llevaban, y hasta nos sonreían.
Quizás ustedes piensen que estoy exagerando, pero no, y es que la gente que viaja como una sabe que hay una gran diferencia entre ser un viajero acomodado que tiene todo el tour comprado y uno que se las rebusca por sí mismo. Yo no tengo nada a favor de uno o de otro, creo que cada uno debe viajar como le plazca, pero cuando por ejemplo te pierdes o necesitas comunicarte y te cuesta hacerlo, y no estás dispuesto a pagar por que te ayuden, es en esos momentos cuando creo se conoce verdaderamente a las personas del lugar en que estás. Y las personas de Japón me dejaron con la boca abierta.
La bebida típica es el té verde, y ellos se lo ponen hasta a las galletas y helados (lo mismo con el tofu). Incluso conocí a una colombiana que vivía desde hace más de 10 años allá y me contaba que a los bebés en las guarderías le daban además de la leche el matcha como relleno (té verde en polvo).
En limpieza y buena educación se llevan todos los premios. Ya todos saben lo que pasó recientemente en Brazil 2014, cuando limpiaron el estadio completo a pesar de que perdieron y probablemente ni siquiera fueron ellos lo que lo ensuciaron ( y no es primera vez que lo hacen, sólo vean este link). Esta gente, insisto, tiene otros conceptos y rutinas, y nunca vi personas más educadas y amables en toda mi vida.
Además de todo son extremadamente minuciosos, detallistas y perfeccionistas. Es cosa de ver sus haikus, origamis, cómo decoran las tiendas o arreglos florales, o los dibujitos de las frutas de la verdurería.
Pero además de sus cosas buenas, Japón también tiene sus cosas extrañas, por ejemplo sus baños son súper tecnológicos llenos de luces y botones que me daban ganas de estar todo el día jugando ahí sentada. Cuando te vas a duchar generalmente hay piscinas coloreadas de agua caliente donde algunas personas se bañan.
Pero lejos una de las cosas más raras que vi, fue un día que me topé con una villa muy particular llena de casitas, todas con la puerta abierta en donde se encontraba en cada una de ellas una mujer mayor acompañada de una más joven. El lugar parecía un parque de diversiones, un show de Hello Kitty con todas las chicas disfrazadas, pero lo cierto es que era el prostíbulo abierto de la ciudad. Nada que ver con Tailandia y su barrio rojo donde uno se pasea y pareciera que se te fuera a pegar una ETS por puro andar mirando, pero bueno al final es lo mismo, vender sexo, pero claro hay formas y formas y las japonesas ganan en estilo y con trajecitos anime.
Otra cosa interesante es que durante las tardes los mayores se reúnen en los karaokes para cantar. Siempre me pregunté qué tipo de canciones eran las que entonaban con tanta emoción, hasta que me contaron que muchas de esas baladas eran sobre los ataques de Hiroshima y Nagasaki de 1945, algo que ellos nunca iban a olvidar, y la razón de su recelo con el turista proveniente de Estados Unidos.
Ahora si tuviera que hablar de lo malo quizás tiene que ver con que son una cultura muy cerrada y llena de reglas, pero es dificil criticarlos. En realidad no es dificil, pero prefiero no hacerlo. Creo que tienen tantas cosas buenas y mientras yo no sea japonesa y deba seguir sus preceptos está todo perfecto.
A una hora de Osaka se encuentra el paraíso cultural de Kioto, una ciudad maravilla y llena de tradiciones que si viajas a Japón y no la visitas estás completamente loco. Muchas mujeres y jóvenes salen risueñas vestidas a la calle con su traje típico, mientras que algunas pastelerías te ofrecen dulcecitos tradicionales en las veredas, tan suaves y delicados como ellos mismos.
Muy cerca de Kioto se encuentra Nara, una ciudad que fue la primera capital de Japón y que está repleta de ciervos hermosos que te siguen si ven que tienes comida. Es pequeñita pero muy tranquila y hermosa, perfecta para pasar un fin de semana rodeado de naturaleza o tomándose un heladito de escarcha y té verde, tan típico de ellos.
Si quieren saber un poquito más de Japón y la verdad sobre sus Geishas los invito a leer un reportaje que escribí sobre este increíble país para Revista Caras Chile.
Para los que quisieran aprender japonés existen muchos sitios gratuitos por ejemplo www.konnichiwajapon.com o www.kimisikita.org.
Ahora si lo que quieres es estudiar en Japón existen cuatro becas imperdibles: la MONBUKAGAKUSHO DE PREGRADO, la MONBUKAGAKUSHO DE POSTGRADO, la MONBUKAGAKUSHO para profesores de japonés, y la MONBUKAGAKUSHO para estudiantes del idioma. Les dejo el sitio de la Embajada de Japón en Chile, y Embajada de Japón en Argentina. Si deseas buscar información de las becas en tu país, sólo escribe en google “Embajada de japón becas NOMBRE DE TU PAIS” y las encuentras.
じゃまたね!
Ja, mata ne!
Hasta pronto!
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