El jarabe de arce se presenta en forma de un líquido azucarado obtenido por ebullición de la savia de arce de azúcar (Acer saccharum) recogida en el principio de la primavera en Canadá y en partes de Nueva Inglaterra, particularmente en Vermont.
La savia está compuesta en gran parte de la sacarosa, ácido málico, potasio, calcio, hierro, vitaminas y compuestos fenólicos, fue tratado inicialmente con el fin de obtener cristales que actúan como un sustituto del azúcar de caña, sólo más tarde se descubrió la posibilidad de la obtención de un jarabe rico en minerales y sales de potasio.
Se utiliza como alimento en los países fríos para el alta en calorías y propiedades nutricionales, mientras que en Europa continental es famoso por sus propiedades de limpieza.
El delicado sabor, similar al de la miel de acacia, lo hace especialmente atractivo como un edulcorante natural disuelto en bebidas o postres, la ventaja es que proporciona una cantidad reducida de calorías (unas 250 calorías por 100 g) que otros edulcorantes naturales como lo son la miel y la malta. Por estas razones se recomienda para los diabéticos y también en algunas dietas en que se restringen las calorías.
El jarabe de arce tiene las grandes potencias emoliente, refrescante y energizante, es útil en todos los casos de gastritis, estreñimiento intestinal, colitis espástica.
Gracias a su alta densidad de energía y purificación puede ser útil para la desintoxicación.
Por un día trate de beber (sin tocar cualquier otro alimento) dos litros de agua en el que se fundieron cuatro cucharadas de jarabe de arce.
De esta manera usted puede tener todos los ingredientes activos de savia de arce útil para la desintoxicación y purificación del cuerpo para que, al final del día, la sensación será de limpiar y de deflación.
Como un tónico se puede suponer o pagados exclusivamente en alimentos, como la miel.