El Jardín Botánico de la Universitat de València se fundó en 1567 para el estudio de las plantas medicinales. Después de ocupar distintos lugares en la ciudad se instaló, en 1802, en el Huerto de Tramoyeres, su ubicación actual. Tras sufrir un largo periodo de abandono, se inició su restauración en 1987. La docencia, investigación y divulgación son sus actividades principales.
La entrada al jardín, nos adelanta lo que encontraremos durante nuestro recorrido, una extensa colección de plantas de todas partes del mundo, especialmente de climas cálidos.
Posee una de las colecciones de palmeras más importantes de Europa, árboles centenarios, y un sinfín de rincones donde descansar y disfrutar de la naturaleza en plena ciudad.
Encontramos gran cantidad de recovecos donde perdernos entre una exuberante vegetación, como en el umbráculo.
Con la alberca en el centro.
El umbráculo es uno de los elementos destacados del jardín. En el encontramos especies con especiales requerimientos en cuanto a iluminación y a protección se refiere.
En él, cada año, sobre el mes de mayo, se organiza, con mucho esfuerzo, una exposición de orquídeas que merece la pena visitar.
Además, en el Jardín Botánico de Valencia, encontraremos instalaciones tan interesantes como invernaderos de plantas tropicales, así como diversas estufas de orquídeas, plantas carnívoras, helechos y bromelias.
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