En la historia han sido famosos los jardines colgantes de Babilonia, considerados como una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Estos jardines fueron creados por amor. Regalo de Nabucodosor II a su esposa Amytis, para recordarle su tierra natal.
Estos otros jardines colgantes pueden ser regalados también por amor, aunque no tendrán la importancia de ser una de las siete maravillas del mundo, si impresionaran a nuestra pareja o a la persona que los regalemos (aunque también nos los podemos autorregular, ¿Por qué no?)
Al menos impresionado me he quedado yo con estos jardines colgantes o colgantes jardín, que quizás esta forma de definir sería la más adecuada.
Descubro que alguna de estás plantas son suculentas, seguro que los puristas de las plantas no les gustará mucho, pues me imagino que el final de estas plantas está medianamente cantado. Aunque en un mundo que todo es de usar y tirar, ¿Por qué no va a ocurrir lo mismo con unas plantas?
Ingenioso a más no poder, quizás demasiado comercial, indiscutible su belleza, ¿Ético?
A mi me gusta, no se si lo usaría o lo regalaría, pero me parece muy original.
Fuentes flickr, Colleen Jordan