Su obra pasea por paisajes marítimos llenos de conchas, moluscos y detritus, así como por montones de hojas en imaginarios jardines llenos de helechos centenarios.
Texturas y formas que dejan en nosotros la honda impresión de compartir con Paula ese sentimiento casi de ahogo cuando la simple acumulación de hojas es capaz de crear una poesía que llega al alma.




