Jardines de la Reina

La imagen se corresponde con la iluminación navideña en Gijón de 2.012, fotografía realizada por un habitual colaborador del espacio. Han cambiado pocas cosas desde entonces, siguen esos días en los que la humedad cala más allá de los huesos, la misma que pese a todo, permitió crecer las palmeras iluminadas; el banco, al fondo, ha desaparecido, como tantas otras muchas oficinas, avanzando hacia un futuro en el que el negocio del dinero cambia mientras el discurso de los políticos, de los políticos de izquierdas, quiero decir, sigue siendo el mismo, anclado muchas veces en un pasado que no fue precisamente mejor. Frente a la capilla, en la misma calle Trinidad, cerró hace años Calixto, antes Casa Argüelles, antes Juan del Man, en Begoña; cerró la merluza a la cazuela de Visi y el bugre a la catalana, sin lazo amarillo; se fueron Brañita, el Peque, Jandrito y muchos otros que hacían cortas las sobremesas largas, cuando el tiempo apenas corría para un Alejandro Pumarino que se fue haciendo demasiado mayor, casi viejo, sin apenas darse cuenta.