A veces me sorprendo de las cosas que están cerca y que realmente son muy interesantes.
En la escuela infantil de mi hija, el jardín, el patio exterior, tiene un peso importante, y la verdad es que cuando la gente visita la escuela para pedir la plaza de sus hijos, el jardín tiene bastante importancia.
El que los niños puedan disfrutar de esas zonas verdes, y ese jardín, como espacio de educación, espacio de diversión, es maravilloso.
Este año, que ha sido el primero de mi hija en esta escuela, he visto su evolución. Cuando empezó la escuela tenía 7 meses, por lo que su desarrollo, aún no le permitía explorar el espacio exterior. Poco a poco, he notado cada vez, más interés por conquistar el jardín, por conocerlo y disfrutarlo.
Para que veáis como es el jardín de la escuela, he cogido de Google una imagen aérea.
Tiene un laberinto muy amplio en espacio, pero cuyos setos de aligustres son pequeños para que se puedan esconder los niños, pero sin asustarse.
Tienen una huerta canijilla, donde este año, he colaborado y realizado algunas actividades con los padres y niños, con muchas limitaciones, pero muy interesante.
Y tienen espacios de arbustos y de arena, donde los niños más mayores exploran y juegan.
Aquí os enseño cómo es el laberinto:
En esta foto podéis ver a mi hija disfrutando, a pesar del calor, del laberinto.
Os enseño también la zona de huerta, que es pequeña, pero este año hemos obtenido algunos frutos y que los niños lo han podido disfrutar. Han comido, guisantes, fresas, acelgas, etc.
Aquí podéis ver de la hortelana de mi casa, que se lo pasa pipa regándose los pies.
A modo de reflexión, quería comentar, la importancia de que los niños, desde pequeños estén en contacto con el espacio exterior, como espacio de aprendizaje y de experimentación. Creo que sería interesante que los colegios, las escuelas infantiles tuvieran un buen jardín donde los niños aprendieran a disfrutarlo y a respetarlo.