Cuando el espacio es un problema en las ciudades de hoy en día, parece que el ecologismo tiene las de perder, de manera que las zonas verdes son sin duda un bien escaso, que conviene potenciar. En esa circunstancia surgen los jardines verticales, nuevas formas de concebir un entorno natural para azoteas y fachadas. Pero no sólo en las ciudades. Te imaginas las paredes de tu casa como las de un auténtico vergel opuesto al suelo?
En el terreno urbanístico, los jardines verticales proponen una alternativa optimizada a la creación de espacios verdes, conjugando arquitectura y vegetación, extrayendo al poco espacio, las máximas prestaciones y haciendo del consumo sostenible y las energías renovables sus mejores aliados.
Suponen un gran beneficio en cuanto a creación de oxígeno, ventilación y refrigeración, pues está comprobado que bajan la temperatura ambiente y filtran grandes cantidades de gases nocivos. Explicar la importancia de un bosque o arboleda para el ser humano, es como revelar el secreto de porqué al lado de los ríos crece la vida. Sin embargo, conviene matizar como estos nuevos jardines edificados, pueden ofrecer los mismos recursos saludables, en mucho menos espacio, dando solución a la concentración de ciertas ciudades o barrios, que en muy pocos metros de terreno, pueden obtener ciertas dosis de naturaleza en perpendicular al suelo.
Lo curioso es que no es una invención del hombre moderno, pues esta práctica se lleva a cabo desde hace miles de años, en plena expansión babilónica. Lo que sí ha hecho la tecnología y las nuevas energías es aportar un enfoque nuevo en el que la verticalidad de las paredes, la recogida de agua, la fácil sustitución de plantas y el uso sostenible de los recursos, nos aporten grandes dosis de vegetación y naturaleza viva, en medio del hormigón y el acero.
Esto es extensible a nuestro propio hogar, oficina o negocio. A veces, las casas pequeñas tienen un pequeño reducto como patio o terraza acompañados de la consabida pared o bien un establecimiento o empresa, que cuente con amplios muros que puedan duplicar en eficiencia. No sólo contener nuestro habitáculo, sino también reverdecer el ambiente o la estancia.
Podemos concebir jardines verticales de interior o exterior, grandes o pequeños e incluso, si echamos un vistazo a la red, incluso encontrar cuadros vegetales para nuestro salón. Todo un abanico de posibilidades.
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