Revista Fútbol americano

Javi Navarro. Un muro infranqueable

Publicado el 08 febrero 2016 por Sebarili

Javi Navarro. Un muro infranqueable

Frenazo en seco a su gran proyección

Javi Navarro, con 23 años, afrontaba su tercera campaña consecutiva en el primer equipo del Valencia. A pesar de no ser considerado como uno de los titulares, participó activamente en las primeras jornadas de liga y en Copa, tanto para Valdano, destituído tras la tercera jornada, como para Claudio Ranieri.
Sin embargo, en diciembre de 1997 comenzó su particular calvario con una lesión en su rodilla izquierda, que le hizo perderse lo que restaba de temporada y le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante dos años, llegando a ser intervenido quirúrgicamente hasta en seis ocasiones, lo que a punto estuvo de provocar su retirada.

Vuelta a los terrenos de juego

Su reaparición en los terrenos de juego no se produjo hasta finales de 1999. Javi Navarro tenía entonces 25 años y no tuvo reparos en jugar con el filial valencianista, en segunda B, para demostrar que estaba plenamente recuperado de sus problemas físicos y que había dejado atrás la lesión. Al central valenciano incluso le llegaron a decir que no podría volver a jugar al fútbol al más alto nivel pero él se negó a resignarse y se empeñó en demostrar que estaban equivocados.

El Valencia B, en una mala situación, se vió reforzado con los veteranos Camarasa y Serer, además del propio Javi Navarro, para intentar reflotar al equipo. El central valenciano participó en 21 encuentros, volviéndose a sentir de nuevo futbolista aunque finalmente, el filial valencianista descendió a tercera división. Sin hueco en el primer equipo del Valencia y sin la confianza del cuerpo médico del club, Javi Navarro se marchó cedido al Elche en la siguiente campaña, que militaba en segunda división por entonces, al igual que el Sevilla.

Cesión al Elche (temporada 2000/2001)

Javi Navarro demostró en el Elche que había dejado atrás sus problemas de rodilla y que podía volver a jugar a un gran nivel. A sus 26 años, el central valenciano se convirtió en el baluarte de la zaga ilicitana y resultó ser una pieza clave a la hora de conseguir la permanencia del club en la categoría. Titular indiscutible, llegó a participar en 34 encuentros de liga con la camiseta del Elche.

El comienzo de una nueva era

Javi Navarro. Un muro infranqueable


Después de su gran campaña con el Elche, el Sevilla, recién ascendido a primera división, manejaba informes positivos sobre el central valenciano, al cual habían observado de cerca durante toda la campaña anterior. A pesar de que a Javi Navarro aún le restaba un año de contrato en el Valencia, el club valencianista le otorgó la carta de libertad para facilitar su salida y una vez desvinculado del conjunto valencianista no dudó en firmar por el Sevilla en una operación a coste cero para el club nervionense. Era el octavo refuerzo del Sevilla de la campaña 2001/2002, que afrontaba su regreso a la máxima categoría con una modesta plantilla y con el objetivo de conseguir la permanencia.

Javi Navarro mostró en Nervión todas las cualidades que apuntaba en sus inicios. Al defensor valenciano se le podría definir como un central a la antigua usanza, sin alardes técnicos, contundente, veloz al cruce y con una colocación ejemplar. Además, poseía un excelente juego aéreo y sus férreos marcajes al hombre eran una de sus especialidades. Durante su estancia en el Sevilla, Javi Navarro parecía mejorar con el paso de las temporadas, puliendo los defectos que había mostrado en sus comienzos, como la acumulación de tarjetas innecesarias y cierta precipitación. El crecimiento del Sevilla fue paralelo al crecimiento de Javi Navarro, que siempre estuvo a la altura de la calidad de la plantilla. A continuación analizaremos sus temporadas como sevillista:


Javi Navarro tenía ante sí una nueva oportunidad en la élite a sus 27 años, una ocasión que no dejaría pasar. Sin embargo, no comenzó precisamente con buen pie, una fractura del cúbito de su brazo izquierdo en un amistoso de pretemporada le impidió estar al mismo nivel que el resto de sus compañeros y no pudo estar disponible hasta la tercera jornada, en donde debutó con el Sevilla en el estadio del Espanyol, donde saltó al terreno de juego tras el descanso para estar presente en la victoria de los suyos por tres goles a dos.

Su debut tuvo un resultado agridulce, pues días después, el comité de competición decidió actuar de oficio y sancionar a Javi Navarro con cuatro partidos por un manotazo a un futbolista del Espanyol. Una vez cumplida su sanción, el central valenciano le ganó la partida a todo un clásico como José Miguel Prieto y comenzó a jugar como titular, conservando el puesto durante el resto de la temporada, perdiéndose algún que otro encuentro por problemas físicos puntuales y una sanción por expulsión.

Javi Navarro participó en 25 encuentros, rindiendo a un gran nivel y consolidando una gran dupla defensiva junto a Pablo Alfaro, un dúo que acabaría conformando la base defensiva desde la que se construyó el Sevilla de Joaquín Caparrós durante varias campañas. Como resultado, el Sevilla acabó la liga como uno de los equipos menos goleados y rozó la clasificación para la Uefa.

Javi Navarro. Un muro infranqueable


Plenamente adaptado al equipo y a la ciudad, y en su plena madurez futbolítisca, Javi Navarro afrontaba su segunda campaña en el Sevilla siendo un futbolista imprescindible en el esquema de Joaquín Caparrós.

Una lesión en pretemporada, tal como le ocurriera en la anterior campaña, le mantuvo alejado de los terrenos de juego hasta la séptima jornada de liga. Una vez recuperado, recobró la titularidad y volvió a rendir de manera espectacular junto a Pablo Alfaro en el centro de la zaga.

El Sevilla consiguió finalizar la campaña como el tercer equipo menos goleado, lo que contribuyó a que la prensa comenzara a tildar a ambos centrales de jugadores demasiado agresivos, sobre todo después del partido disputado en el Santiago Bernabeú, y es que el Sevilla comenzaba a resultar un equipo incómodo para los grandes.

Javi Navarro disputó 30 partidos de liga y 5 de Copa, contribuyendo enormemente al asentamiento del Sevilla en primera división. Además, anotó su primer gol en primera división frente al Málaga. Su excelente rendimiento no pasó desapercibido para Iñaki Saéz, que le convocó en marzo del 2003 para disputar con la selección española dos partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa, aunque finalmente el central valenciano no llegó a debutar y permaneció en el banquillo en ambos encuentros.

Gol de Javi Navarro en La Rosaleda (minuto 0:32 del vídeo):


El Sevilla afrontaba su tercera campaña consecutiva en la máxima categoría con el objetivo de dar un salto de calidad. Finalmente, el conjunto sevillista acabó clasificándose para disputar la Copa de la UEFA tras muchos años de ausencia en Europa.

Javi Navarro formó junto a Pablo Alfaro, David Castedo y Dani Alves una de las mejores defensas que se recuerdan en la historia del Sevilla.

El central valenciano no tuvo ningún problema físico durante toda la campaña y fue titular indiscutible toda la temporada, participando en 36 encuentros de liga y 7 de copa. Además, marcó dos goles, el primero en copa frente al Cerro de los Reyes, y el segundo, en el derbi disputado en el Villamarín.

Golazo de Javi Navarro al Betis:

Esta fue la última temporada de Joaquín Caparrós en Nervión. El Sevilla luchó por entrar en la Champions durante toda la temporada aunque finalmente se tuvo que conformar con clasificarse para la UEFA de nuevo. El equipo volvió a ser de los menos goleados de la categoría y el central valenciano comenzó a ejercer como uno de los capitanes del equipo. Javi Navarro fue titular indiscutible nuevamente, formando pareja defensiva habitualmente con Sergio Ramos, que irrumpió con fuerza y ganó experiencia a su lado.

Solo un pequeño contratiempo físico y una sanción excesiva impidieron su presencia en el equipo durante algunas semanas. En total, el defensor valenciano participó en 27 partidos de liga, 2 de Copa y 6 de Uefa, marcándole nuevamente un gol al Betis, que además supuso la victoria del Sevilla.

Javi Navarro vivió uno de sus peores momentos en el Sevilla cuando en la jornada 29, en el estadio del Mallorca, Arango cayó fulminado tras chocar con el central valenciano. El defensor sevillista llegó antes a un balón dividido y luego sacó el brazo instintivamente para protegerse ante el inminente choque con el mallorquinista Arango, que quedó conmocionado y tuvo que ser sustituido.

A pesar de que Javi Navarro acudió de inmediato a socorrer a Arango, los medios nacionales se cebaron con él, mientras que el sevillismo le apoyó de forma unánime. Hay que recordar que esa misma temporada, un par de meses antes, Figo había lesionado gravemente a César Jiménez, del Zaragoza, tras una entrada terrorífica. El portugués del Real Madrid se ató las botas e ignoró al futbolista zaragozista, que se retorcía de dolor justo a su lado. Un par de años después, tuvo que retirarse tras no poder superar aquella lesión. Juzguen el trato de la prensa en ambos casos...

Javi Navarro volvió a marcarle al Betis:


A pesar de que Javi Navarro había cumplido ya los 31 años, el defensor sevillista se encontraba posiblemente en el mejor momento de su carrera. El valenciano contó con la confianza de Juande Ramos desde el primer momento a pesar de comenzar la campaña lesionado.

Reapareció en la cuarta jornada y volvió a convertirse en el baluarte de la zaga sevillista. En el derbi disputado en Nervión que acabaría con victoria del Sevilla, el central sevillista acabó siendo expulsado tras soltar una patada al bético Dani, que no paró de provocar a la zaga nervionense durante todo el partido. Para colmo, el defensor sevillista terminó lesionado y se perdió las siete jornadas siguientes. En declaraciones posteriores al encuentro, Dani, tras las críticas recibidas, llegó a decir: "A Javi Navarro le contestaré cuando gane alguna Copa o dispute Liga de Campeones, algo que con 24 años he conseguido. A él creo que se le redordará por el caso Arango y todas la expulsiones que ha recibido". No hizo falta respuesta del valenciano, el tiempo se encargó de poner a cada uno en su sitio... Al finalizar la temporada y como colofón a un gran centenario, el Sevilla se alzó con el primer título europeo de la historia del club, iniciando así la etapa más gloriosa del club nervionense.

Javi Navarro participó en 25 encuentros de liga, formando pareja defensiva junto a Dragutinovic o Aitor Ocio mayormente, y posteriormente con Julien Escudé, que llegó al equipo en el mercado invernal y se compenetró a la perfección con el valenciano. La salida de su compañero Pablo Alfaro en el mercado de invierno le relevó como el gran capitán del Sevilla y su sustituto en el papel de líder dentro del vestuario. Su presencia en Europa también resultó muy significativa, donde llegó a participar en 10 partidos de la UEFA, incluída la final.

Javi Navarro. Un muro infranqueable


La fama de Javi Navarro como central violento e implacable se suavizó en la medida en que el Sevilla se iba agrandando. La pareja de centrales formada por el defensor valenciano y el francés Julien Escudé se afianzó aún más en el transcurso de la campaña, conformando una de las mejores defensas del campeonato, algo que sin duda, contribuyó notablemente a que el equipo aspirara absolutamente a ganar todas las competiciones en las que se vio inmerso.

La campaña comenzó con un nuevo título, la Supercopa de Europa, donde el Sevilla fue muy superior al Barcelona (3-0). Posteriormente, llegaron dos títulos más, la Copa de la UEFA y la Copa del Rey. Además, el conjunto sevillista se mantuvo con opciones de ganar la Liga hasta la última jornada aunque finalmente finalizó en el tercer lugar, siendo el tercer equipo menos goleado de la categoría.

Javi Navarro jugó todos los minutos de aquellas finales, incluídos los de la prórroga ante el Espanyol en la UEFA. En total, el central valenciano participó en 25 encuentros de liga, 10 de UEFA y 4 de Copa, cuajando posiblemente la mejor campaña de su carrera a sus 32 años y convirtiéndose al fin en internacional.

Javi Navarro. Un muro infranqueable

Javi Navarro. Un muro infranqueable

Javi Navarro. Un muro infranqueable

Un merecido premio a su trayectoria en el Sevilla

El rendimiento y los logros de Javi Navarro con el Sevilla no pasaron desapercibidos para Luis Aragonés, que no dudó en convocarle con la selección española a finales del 2006 y en hacerle debutar en un amistoso contra Rumanía en el Ramón de Carranza, convirtiéndose así en el jugador debutante más veterano (32 años y 9 meses) de la historia de la selección.

A pesar de que el juego de España dejó que desear y que el encuentro terminó en derrota (0-1), Javi Navarro pasó con buena nota su primera aparición con la selección absoluta. Después de aquel amistoso, el central valenciano siguió contando con la confianza del seleccionador, jugando la segunda parte de un amistoso contra Inglaterra donde España venció por un gol a cero y participando como titular en las victorias ante Dinamarca y Liechtenstein en la fase de clasificación para la Eurocopa que la selección acabaría ganando.

Javi Navarro. Un muro infranqueable

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Cuando parecía que Javi Navarro se había hecho ya un hueco en la selección y que tendría la oportunidad de disputar la Eurocopa, llegó la inoportuna lesión de rodilla justo en la cima de su carrera futbolítisca.

El defensor valenciano arrastró unas molestias en su rodilla derecha durante el último tramo del campeonato, llegando a tener que jugar la final de la Copa del Rey infiltrado. Esa lesión se agravó tras ese encuentro y lo que parecía ser una dolencia sin muchas consecuencias acabó convirtiéndose en un nuevo calvario para el central sevillista.

Javi Navarro no se dio por vencido, trabajó duro durante muchos meses con el objetivo de volver a los terrenos de juego pero aquella carrera a contrareloj parecía no tener fin. Dos temporadas en blanco, trabajando a la sombra, en las cuales vivió como capitán el mal trago del fallecimiento de Antonio Puerta, la desagradable salida de Juande Ramos o la participación del equipo en la ansiada Champions League, todo ello desde la distancia de no poder hacer nada sobre el terreno de juego.

Finalmente, anunció su retirada pocos días antes de finalizar la campaña 2008/2009. Su edad (35 años) influyó notablemente a la hora de tomar esa determinación, por lo que decidió poner fin a su carrera tras dos años sin poder disfrutar de un solo minuto en el terreno de juego. Aunque intentó su recuperación durante toda la temporada para estar a las órdenes de Manolo Jiménez, Javi Navarro se habría conformado al menos con disfrutar algunos minutos para despedirse sobre el terreno de juego, algo que no resultó posible por mucho que lo intentara.

En el último partido del equipo sevillista en el Sánchez Pizjuán aquella temporada, el club y la afición le brindaron una cariñosa y emotiva despedida en forma de homenaje. Javi Navarro decía adiós al Sevilla y al sevillismo tras ocho temporadas en el club, que había experimentado un crecimiento brutal desde su llegada, cuando el equipo era un recién ascendido. El gran capitán vivió de lleno la transformación del Sevilla de un club humilde y acostumbrado a pasar penalidades a un club netamente ganador.

Javi Navarro. Un muro infranqueable

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Algunos datos interesantes de su etapa como sevillista:

  • Sumó 214 partidos oficiales en el Sevilla y marcó 4 goles (la mitad de ellos al Betis).
  • Sumó 4 internacionalidades con España en su última temporada como sevillista.
  • Logró nada menos que 5 títulos con el Sevilla.
  • Disputó 11 derbis, de los cuales, solo perdió uno.
Apenas un año después de su retirada se incorporó al cuerpo técnico del Sevilla como preparador, un puesto que conservó alrededor de dos años, trabajando principalmente con la defensa sevillista y coincidiendo con Antonio Álvarez, Gregorio Manzano, Marcelino y Míchel.

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Una vez desvinculado del club, se desligó definitivamente del mundo del fútbol, viviendo a caballo entre Sevilla y Tarifa, donde practica regularmente una de sus pasiones, el Kite Surf.

Javi Navarro nunca fue demasiado futbolero, de hecho, no solía ver fútbol en su tiempo libre, no estudiaba a los delanteros rivales más de lo exigido por su entrenador y consideraba que con trabajo, una gran preparación física y una fortaleza mental considerable se podía alcanzar el éxito. Así fue pero por si acaso, el valenciano era consciente de la fugacidad de su profesión, por lo que siendo joven aseguró su futuro con varios negocios al margen del deporte.

Javi Navarro, toda una leyenda del Sevilla FC:


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