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Ada SorianoMenciona aAda SorianoManuel Roberto Leonís RuizMaricel Mayor MarsánJosé Luis Zerón HuguetAlberto ChessaJosé Manuel Ramón GutiérrezElías Cortés FernándezNoelia Illán ConesaJuan Carlos Lozano FelicesBio-bibliografíaJavier Catalán. Orihuela, 1973.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia.
Desde 2008 compagina su actividad creadora con labores de gestión y organización de eventos culturales.
Ha publicado trabajos periodísticos y literarios en distintos medios nacionales e internacionales.
Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías.
Ha participado en numerosos encuentros literarios celebrados en diferentes ciudades españolas.
En 2008 y 2010 co-dirigió y realizó dos homenajes a Miguel Hernández en Italia, en las ciudades de Tolentino (Macerata) y Cagliari (Cerdeña).
Poética
POESÍA
No me sucede lo que a aquel poeta que versifica a una beldad pintada, y al cielo mismo emplea como adorno, midiendo cuanto es bello con su bella; William Shakespeare
Poesía es el lenguaje originario cimentado en la primitiva necesidad del ser humano, que no aguantó más y reventó en palabras, para decir simplemente que se sentía solo y que tenía frío. Poesía es el lenguaje infinito, el despertar de un tiempo al otro lado del tiempo, donde todo era pasado, presente y futuro simple. Hoy la poesía lucha por su vida entre pretéritos imperfectos, presente complejo y un futuro incierto. Poesía es la sublimación del lenguaje, el verbo sin conjugar, mensaje astuto y rotundo sin letra pequeña ni fecha de vencimiento. La raíz más profunda de la tierra, de una tierra imaginaria regada gota a gota con la firme queja del alma. Poesía no entiende de honores académicos, evalúa muy adentro, severamente, a corazón abierto y no se deja engañar fácilmente. Poesía es... la cirugía del deseo.
El poeta escribe, y escribiendo siente la vida entera fluir entre sus manos: ama, con la esperanza aún de ser amado en la oquedad recóndita del último aliento; padece, al descubrir la fragilidad de su propia existencia; llora, al comprender que todo es fugacidad y lamento, que ni el dolor permanece... Al comprender que todo es inútil. El poeta siente, ama, padece, llora... y sólo después escribe.
Poesía es el recuerdo del beso distante, del beso solitario labrado en la eternidad de un quejido silencioso y nocturno, cincelado con la amarga cadencia del latido constante, entre suspiros de un crepúsculo secreto; la incertidumbre del enamorado, el aroma silente de la rosa entreabierta, de la rosa que no atiende, de la rosa que no entiende y vierte su vómito de espinas sobre un corazón coronado de derrotas. Poesía es la música que ameniza nuestra pobre existencia, la herida abierta del desengaño, la leve sonrisa del recuerdo,la insobornable lágrima callada que lenta e inefablemente nos arrulla en diabólica melodía. Poesía es, al fin, amar en pocas palabras.
Poemas
LA SONRISA DEL GATO
“Una rama de espino ha penetrado en mi corazón y sin embargo no he despertado de este sueño” Antonio Gamoneda
I Un hombre camina lentamente apoyado en la silueta de su bastón. Camina sin dejar huella coincidente aunque reconoce los pasos de aquél que fue y de aquél que es ciertamente en otro lugar lejano o tal vez futuro; en cualquier caso, en otro lugar y en otro tiempo inalcanzables para él. Y sonríe mientras piensa en ello. Y se pregunta, a un tiempo cuánto dolor es capaz de soportar una sonrisa.
II En otro lugar, tal vez en otro tiempo un hombre abre sus manos afiladas con gesto de leyenda. Abre sus manos y en sus ojos ahuecados por el odio la luz se calcifica sin pretexto. Y en sus garras ondea el abandono grotescamente agasajado como un adalid triunfante. Y el dolor que no siente es un simulacro de la vida derramada que con afán desteje.
III La sonrisa y el cuchillo se funden en una mueca extravagante y no existe doctrina que reconozca la verdadera dimensión de su amenaza. En ocasiones, cuando el espanto erosiona la inalterable solidez de la cordura los ojos articulan palabras sin relación gramatical de parentesco. Son vocablos verticalmente erguidos que se desclavan de su tronco conyugal y desnacidos se consumen en el asombro fugaz origen de su quebranto con tal violencia amortiguados que sólo encuentran vía de redención en el solemne apremio de la mirada.
Es entonces cuando los ojos deletrean con la disimulada sonrisa de un gato el riguroso clamor de la contrariedad desembargada en silencio conjurado por su garganta de infinitas voces y lamentos.
Es entonces cuando una respuesta esencial desprovista de todo argumento quizá baste para comprender la antifonía de esta paradoja insuperable
EN PRIMERA PERSONA
La muerte no interrumpe nada,
y sin embargo no puede haber un día que alumbre el mundo entero al mismo tiempo, Luis Rosales Tantas veces te he visto morir resucitando en mis brazos... Te propongo caminar conmigo al origen de mi deriva a la luz de esta sombra inacabable que me abraza y me recuerda que no hay mayor dolor que aquél que te arrastra atormentado a la fuente del remordimiento donde la culpa certifica su angustia y clama su redención en el santuario de la cobardía.
Si me acompañas al corazón de mi reino te arrancaré la vida como quien caza un sueño sobrevolando el mapa oculto de tu paraíso cautivo en el atlas inabarcable de su infinito destierro sobrenadando la oscura grieta del desengaño en el umbral sagrado de la impenitencia aojando en tu carrera la semilla lunar caminando sólo tú, sola y sin fianza mientras la huella de tu futuro se desvanece hoy en el último renglón de tu esperanza. Y en el eclipse póstumo del desamparo te mostraré el infierno de mi alianza en el abismo de la eterna paradoja. Rendida la claridad de tu empeño en la geografía suicida de mi perversa cruzada sellaré tu condena con la llama versal del desarraigo prendida en el poso insoluble de tu desdicha. Y morirás anochecida tu ofrenda en el óbice ardiente de mi deseo sólo tú sola triunfante morirás de nuevo junto a mí resucitando en mis brazos.
DOLOROSO AMANECER Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.
Antonio Machado I Doloroso amanecercuando se proyecta en la nostalgiade una ambición desvanecida.El futuro es un recuerdo que te persigueagazapado en el vértice más oculto de tu declive. Y en su firme caminar de natural adolescenteacecha a cada paso la frágil silueta de tu huellay se nutre en la pulsión atormentada de tu penaya mirada prematura de original transparencia.
Pesado caminar entre las ruinasy el delirio cabal de tu inocencia.
Confinado en el orden inmensurable de su imperiobuscas ausentarte en la mirada venial que sustenta una promesa.Eterno prontuario de la espera eterna.
II
Si vencido decides replegarteen el abismo terrible de la aniquilación a solas recluido en el firme contorno de la herida cegado por el brillo homicida de su espada sin remedio y sin consuelodesprovisto ya de razonesque la noche cauteriza en la mirada entumecida de un recuerdo yacente oirás más allá del eco prolongado de tu llantola melodía cruel de un destino apresadoen el silencio tangible de tu angustia y su celaje. Y cuando creas haber llegado a salvo a la otra orilla de tu naufragio a solas, consumido en el destierro de su fatal impostura y en su serena gravedad de juicio indescifrableentreoigas un rumor de cadenas que aún resuenaen la oscura cripta de tu alma sin remedio y sin consuelodéjame crecer contigo en la desgraciaque de dolor está forjada la esperanza.
(de "La cirugía del deseo", inédito)