El hombre que mató a Liberty ValanceEn una entrada anterior analicé un aspecto concreto de la película El hombre que mató a Liberty Valance. En esta película de John Ford la valentía y el coraje de Doniphon -John Wayne- hacen posible que Stoddart lleve la ley y la civilización a Shinbone. Javier Cercas, autor de Anatomía de un instante, escribe un brillante artículo comparando la tarea del héroe Suárez con la de Doniphon, que hizo el trabajo sucio necesario para liquidar el franquismo, pero que se inmoló en el intento. Reproduzco parte del artículo:
(...)"En otro lugar lo llamé un héroe de la traición; el oxímoron sigue pareciéndome válido. ¿Qué es un héroe de la traición? Estamos acostumbrados a pensar en la lealtad como una virtud, y lo es; pero hay momentos en la historia en que es más ardua, más valiente y más honesta la traición que la lealtad. La Transición fue uno de ellos. Se ha recordado a menudo estos días que, cuando el Rey designó a Suárez presidente del Gobierno, los demócratas se horrorizaron ante el nombramiento de aquel arribista del franquismo, ministro secretario general del Movimiento por más señas; apenas se ha recordado que, a la inversa, fueron los franquistas más duros quienes se entusiasmaron con la elección de Suárez. Es natural: aquel joven hábil, seductor, enérgico, kennediano y complaciente era uno de los suyos, de modo que consideraron su nombramiento como la mejor garantía de que el franquismo no iba a morir con Franco. Qué error, qué inmenso error. En menos de un año, a base de diálogo, claro, pero también de pases de magia y trucos de trilero, Suárez liquidó el franquismo y puso los fundamentos de la democracia. Fue así como el gran héroe se convirtió en el gran traidor, al menos para los franquistas; para los demás, o para casi todos los demás, acabó convertido con el tiempo en el advenedizo de sucio pasado que se había ensuciado las manos traicionando a los suyos"(...)