Año: 2016
Editorial: Cassandra 21
Género: Relato
Valoración: Muy recomendable
Hace un tiempo que me está tocando leer varios libros de relatos seguidos. No es ningún secreto que no es el tipo de literatura que prefiero, que muchos autores y editoriales se lanzan a publicar a tontas y a locas este tipo de libros sin trabajarlos a conciencia, como si fueran un arte menor. Y no lo son. Pero tengo que reconocer que la racha me está sorprendiendo por positiva. Y no deja de mejorar, ya que hoy traigo esta pequeña maravilla de sugerente nombre, 6 (de 12) formas de morir en Formentera.
Esta obra está compuesta, como su propio nombre indica, por 6 relatos que tienen en común el estar dedicados a un mes en concreto, la isla de Formentera y la muerte trágica. Como vemos, la elección del título ha sido impecable. También hay otros puntos en común entre los relatos, pequeños guiños entre sí, como son la leyenda urbana (o no) de la visita de Bob Dylan a la isla en algún momento del pasado, cierta conexión con Madrid (y los turistas madrileños), o las omnipresentes drogas, destacando el LSD sobre todas ellas. Además, y a nivel general, encontramos una documentación importante para cada uno de los cuentos, con una fuerte tendencia al humor negro, al nihilismo, acompañada de un gusto por la variedad en las formas de narrar que podría catalogar incluso de audaz; muy inteligente y atrevido, ideal para lectores exigentes.
Una vez dicho esto, ahora sí que podemos decir que la temática de cada relato es variada. En Mayo: Correr nos encontramos con un relato que empieza en el final y que avanza hasta el principio, punto donde se conoce el porqué de lo que venía ocurriendo. Lo podríamos denominar como un un triple salto mortal con pirueta. Con Agosto: Balconing nos sumergimos en el cuento más mordaz de todos (lo que no es fácil en una colección tan cáustica), que también sorprende por su estructura, su perfecta ejecución y por su inevitable giro final. Me dejó perplejo la capacidad que estas pocas páginas tenían de crear tensión. El siguiente corte, Octubre: Terrorismo es el primero que cambia la narración a primera persona, cosa que no le hace perder un ápice de tensión narrativa. La sensación de extravío en el lector está perfectamente conseguida desde el primer párrafo. Noviembre: Mordiscos podría ser considerado el relato más flojo de los seis. También es el más normal, hecho que todavía no sé si guarda relación con lo anterior o no. En Diciembre: Eternamente, el autor se descuelga con una historia futurista que a los seguidores de Black Mirror recordará a San Junipero (aunque me consta que se escribió antes de la emisión de este último). Aparte del atrevimiento y el derroche de imaginación, Javier González Granado nos regala algo tan poco abundante como un final feliz. Más o menos. Para finalizar, Enero: Plantas da la vuelta por completo y nos lleva a un pasado neolítico de Formentera. Hay que destacar, una vez más, el completo trabajo de documentación y esa verosimilitud que parece marca de la casa independientemente del tema que se trate.
6 (de 12) formas de morir en Formentera, así da gusto. No os la perdáis por nada del mundo.
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