¿Para qué cargar con papeles? Cada vez es más habitual que los músicos lleven a sus conciertos lectores de libros electrónicos, tipo iPad o Kindle, cargados de ficheros repletos de partituras. Algunos, de momento, utilizamos nuestros teléfonos móviles inteligentes –smartphones los llaman– a tal fin. La pantalla no es muy grande, pero sirve para un apuro.
Hace unas semanas me encontraba en plena jam session, leyendo en mi móvil los acordes de un standard, cuando, a pesar de lo tarde que era, ocurrió lo inevitable: recibí una llamada. El volumen del móvil estaba silenciado, pero la partitura desapareció de la pantalla y tuve que dejar de tocar durante unos segundos, para desesperación del saxofonista.