Lo siento, pero no. Tampoco yo soy Charlie, mi nombre es Alberto. Y no tengo nada que ver con ese samanario satírico, anarquista y blasfemo.
Por supuesto que debemos pedir por los periodistas asesinados, por las familias de los atentados en Francia, y desagraviar. Pero no puedo permitir que intenten engañarnos, y nos manipulen confundiendo el respeto a la libertad de expresión con lo que hace esa publicación. Eso no es libertad de expresión, sino ofender a unas personas y a su fe, aunque no sea la correcta.
En este artículo de Juan Manuel de Prada podemos leer algunas ideas que Benedicto XVI publicó respecto al islam en el discurso de Ratisbona.