Puebla (México) 22 de junio de 1986
España y Bélgica se enfrentan en los cuartos de final del Mundial que se celebra en México. Para tener delante a los belgas hemos tenido que vernos las caras con los brasileños, con los irlandeses y con los argelinos. Butragueño es el nuevo ídolo de la hinchada cañí tras su recital ante Dinamarca. ¡Nada menos que cuatro goles! ¡Estamos en cuartos! Tengo nueve años (casi diez) y sueño con que mi selección puede ganar el Mundial. Estoy sentado en el suelo de mi habitación con las piernas entrelazadas en una posición imposible y con los dedos cruzados a modo de ritual. Un plato conmemorativo del torneo luce en la estantería y evidentemente colecciono los cromos del evento como un enfermo.
Estoy muy nervioso porque vamos a los penaltis. Señor ha puesto las cosas en su sitio con un trallazo desde fuera del área. No había gritado tanto de alegría en toda mi vida. Ya casi puedo levantar la copa…
Jean Marie Pfaff se encarga de fastidiar la fiesta. Le para la pena máxima a Eloy y nos vamos a casa. Me cabreo con Zubi. ¡Pero tírate hombre! ¡¿Por qué no te tiras jo…?! Lloro como lo que soy, como un niño. ¡No es justo! Te odio Jean Marie.
Iniesta tiene dos años.
Verona (Italia), 26 de junio de 1990
Ya soy mayor. Tengo casi 14 años. Octavos de final. A los yugoslavos les ganamos seguro. De este año no pasa. La Copa del Mundo es nuestra. Motivación al 100% sobre todo después de tomarnos la revancha con los belgas. Somos fuertes y estamos a tope y…
Stojkovic deshace el empate en el minuto 91 y nos manda para casa. Tengo muchas ganas de llorar, pero me contengo. Miguel Bosé me recuerda vía Los 40 principales que Los chicos nos lloran. Le hago caso y me contengo, pero no sé cuánto aguantaré.Nada más entrar en mi cuarto me dejo caer en la cama y hundo mi cabeza en la almohada que amortigua mi desgarrado llanto. Pongo el disco de Milli Vanilli a todo rabo para disimular y hacerme el duro. ¿¡Por qué!? No es justo. Te odio Stojkovic.
Iker Casillas comienza a jugar con los prebenjamínes del Real Madrid.
Boston (USA), 9 de julio de 1994
Luis Enrique sangra como un cerdo por la nariz. Yo tengo casi 18 años y muchas ganas de gresca. Si hay que repartir se reparte. ¡Penalti a Luis Enrique! El árbitro es un descerebrado. ¿¡Pero no ves que sangra como un cerdo?! Menudo partido. ¡Tassotti cabrón! le grito a la tele. No hay nada que hacer. El italiano se va de rositas.
Luis Enrique chivándose al árbitro
El partido continúa. ¡Vamos Salinas! Se queda solo ante el portero. ¡Vamos!Estoy a punto de cantar el gol que mande a la escuadra azzurra a casa…¡Vamos Salinas! ¿Pero q…? ¿Qué haces burro?
¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
¿Cómo has podido fallar eso Salinas? Una oportunidad perdida. Espera un momento, ¿estamos de coña o qué? ¡Cuidado con Baggio! ¡Cuidado que el hortera este se va…! ¡No, no por favor, no…!
¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
Otra vez para casa. ¿Por qué? No lloro, pero la rabia hace estragos en mi percepción de los italianos. No es justo. No pienso comer pizza en una buena temporada. Te odio Roberto Baggio.
Continuará…