El 5 de abril de 1905 Jeanne invitó a dos de sus hermanas a cenar. Mientras las mujeres salían a comprar, Maurice, sobrino de Jeanne se quedó en casa con ella. Cuando volvieron la sorprendieron tratando de estrangular al bebé de tan sólo 10 meses. Jeanne Weber fue detenida, celebrándose el juicio el 29 de enero de 1906, acusada del asesinato de ocho niños, pero sorprendentemente fue declarada inocente, ya que los médicos certificaron que los niños murieron por causas naturales, por lo que fue declarada inocente y puesta en libertad a principios de febrero.
Después de todo, Jeanne Weber se separó de su marido y se trasladó a la población de Villedieu, en el centro de Francia, instalándose como trabajadora doméstica en la casa de la familia Bavouzet, y cambiando su identidad por la de madame Moulinet. El 7 de abril de 1907, el hijo de los Bavouzet apareció muerto en su cama. El médico que lo asistió certificó que el pequeño había fallecido por unas convulsiones, aunque presentaba unas marcas en el cuello. Apenas un mes después se descubrió la verdadera identidad de madame Moulinet, por lo que fue acusada de asesinar al niño. Se celebró el juicio, pero de nuevo fue absuelta y puesta en libertad en diciembre de 1907.
Portada con foto del ensayo médico 'El caso Jeanne Weber. La Ogresa y los expertos',
de los doctores Louis Doyen y Fernand Hauser (1908)
Weber volvía a salir airosa nuevamente y decidió regresar a París, dedicándose esta vez a la prostitución. Se instaló en una posada donde poco después fue sorprendida estrangulando al hijo del propietario, de 10 años de edad. El padre del muchacho tuvo que pegarle varias veces para que soltara el cuerpo sin vida de su hijo.
Jeanne Weber fue detenida y sometida a juicio. Finalmente el 25 de octubre de 1908 fue hallada culpable de matar (al menos) a diez menores, aunque fue declarada enferma mental e ingresada en un hospital psiquiátrico, donde se suicidaría el 5 de julio de 1918, estrangulándose a sí misma.