Marilyn Jeanne Seely nació en Pennsylvania en 1940. Su interés por la música procedía de sus padres: él tocaba el banjo y ella era cantante aficionada, por lo que desde muy pequeña se acostumbró a escuchar el Grand Ole Opry en casa.
Su primer trabajo relacionado con la música fue como compositora en el sello 4 Star Records, famoso por haber descubierto a Patsy Cline. En California conoció a quien sería su marido, que le convenció de que se instalara en Nashville para proseguir su carrera. En 1965 llegó a la meca de la música country y su primera grabación, Don’t Touch Me, se convirtió en un éxito que le valió un Grammy y la invitación formal a formar parte del Opry. Dos años después ingresó en esa institución –el pasado mes de septiembre se celebró un concierto en su honor para festejar sus 50 años, un hito que solo han conseguido dos mujeres más, Loretta Lynn y Connie Francis–. En 1969 fichó por Decca Records. Su popularidad no paraba de crecer y multitud de artistas grababan sus canciones.
Hoy, Seely sigue residiendo en Nashville y continúa en activo, aunque ya no con la visibilidad de antaño. El pasado mes de enero sacó el álbum Written in Song.
Os dejo con su canción más conocida, Don’t Touch Me. El tema había sido escrito por su marido Hank Cochran, autor de clásicos del sonido Nashville como I Fall to Pieces de Patsy Cline o Make the World Go Away de Eddy Arnold (ambas escuchadas aquí). En un primer momento Buck Owens se mostró interesado en grabarla pero Cochran se la ofreció primero a su mujer, ya que consideraba que era más adecuada para una voz femenina. La grabación data de 1966.
Ese mismo año Wilma Burgess hizo su propia versión.
Tammy Wynette la incluyó en su disco de debut Your Good Girl’s Gonna Go Bad (1967).
Lorrie Morgan en War Paint (1994).
Por último, escuchemos a George Jones en It Don’t Get Any Better than This (1998).
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