Revista Opinión

JEFES TÓXICOS, ¿cómo son?

Publicado el 24 abril 2019 por Carlosgu82

El centro de trabajo, funge como un segundo hogar, pasamos ahí tantas horas que se van formando relaciones tanto positivas como negativas, aprendamos a identificar a quienes nos hacen daño… ¿a qué se refiere el término jefe tóxico? Son aquellos que creen que tienen derechos sobre la vida de sus colaboradores y generan malestar entre quienes trabajan en un lugar.

Existen muchos tipos de jefes tóxicos, en esta ocasión hablaremos de los más comunes.

El inseguro: Busca tener aliados que le sigan a donde vaya, den la razón cuando no la tiene y a los que pueda usar como vigilantes de los demás empleados. Generalmente sus seguidores son poco eficientes laboralmente, pero son tolerados por el jefe tóxico ya que lo obedecen incondicionalmente. Esto desmotiva a los colaboradores eficientes, ya que los méritos se ganan a través de prestarse a las actividades que pide el jefe y no por el desempeño en el trabajo.

El adicto al trabajo: Si el jefe se va tarde, todos deben irse tarde. Siente nulo respeto por los horarios ajenos. Llama, manda correos, mensajes (exigiendo respuesta) aun cuando el trabajador no está en tiempo laboral. Incluso en vacaciones.  Esto impide que el colaborador se desconecte y no alcance el equilibrio vida-trabajo, lo que a la larga deteriora su rendimiento.

Manipulador: Cuando comete un error no asume su responsabilidad, al contrario, busca trasladarla a los colaboradores. Por ejemplo: un proyecto fracasa porque el supervisor (contratado por el jefe) no está capacitado para el puesto y por la misma razón fue incapaz de orientar a los colaboradores. Sin embargo, el jefe manipulador en lugar de asumir su falla en la contratación culpará a los colaboradores por hacer mal su trabajo.

Divisor: Miente para evitar que sus colaboradores generen lazos de confianza. Usa frases como “TODOS tus compañeros dicen… “, “TODOS se quejan de ti”, “TODOS opinan de ti que eres…”. No presenta pruebas (porque generalmente miente) y al contrario, se ofende cuando se le piden.  Esta actitud garantiza la ausencia de confianza en el equipo y así nunca podrán ponerse en contra de un mal jefe.

Identificar a este tipo de jefe es lo primero, después, intentar romper la relación laboral, ya que difícilmente cambiará.

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