Revista Cultura y Ocio
Mucho se ha dicho sobre Jeff Buckley, desde que muriese repentinamente a la edad de 30 años ahogado en el Wolf River, afluente del Mississippi. Era hijo de un cantante, Tim Buckley y Mary Guibert (que se ha encargado de su legado). Nacido en Los Angeles en 1966, casi no conoció a su padre, debido a su pronto fallecimiento (por una sobredosis de heroína) siendo él muy pequeño, además de que sus padres ya estaban separados. Cantaba, en el tono de voz muy parecido a su padre, pero los estilos eran diferentes. En 1990 se traslada a Nueva York, y allí empieza a tocar en varios locales, como el café Sin-É, un café muy estrecho del Village. Lo importante no era que Buckley fuese hijo de quien era, casi cantaba como su padre y a la vez no cantaba como su padre. Pronto se empezaría a hablar de él. Sacó un EP grabado en el café citado, que dio mucho que hablar en 1993. A partir de ahí decenas de compañías corrieron detrás de él con el contrato en la mano, y firmó por Sony, grabando un año después Grace, su único disco largo en vida.De este álbum se editó en el año 2004, coincidiendo con el décimo aniversario, la Legacy Edition, que consistía en el álbum remasterizado, un segundo cd lleno de descartes, versiones y rarezas y un dvd con un documental sobre como se hizo el disco y varios de los vídeos de los singles del álbum. En ese segundo cd de rarezas, hay auténticas joyas, y hoy me detengo en una versión (descartada para el disco) de un cantante de country llamado Leon Payne, y su tema Lost Highway, que en las manos y la voz de Jeff alcanzaba cotas estratosféricas.
Os dejo con Lost Highway por Jeff Buckley.