Este año se hubiera cumplido 50 años del nacimiento de uno de los guitarristas de Blues más grandes de la historia de Canadá. Hoy añorado por muchos de sus seguidores, en los que yo me incluyo, sale en forma póstuma y en tono de homenaje, un nuevo álbum. Comprendido con canciones, guardadas en baúl que reside en la casa de su viuda, y que en forma de rendirle un justo homenaje, las ha hecho públicas, en este nuevo álbum. "Heal my soul" lleva toda la savia con la que Jeff Healey recorre su mástil, y dio tantas horas de notas musicales durante toda su trayectoria. La cual se vio truncada por una cáncer. Hablar de Jeff Healey es hablar de valentía, de cómo una persona no encuentra barreras para conseguir su objetivo. Una pasión que le llevó a ser uno de los guitarristas más emblemáticos que hubo en la primera parte de la década de los años noventa. Años donde recogería su más alto nivel a modo artístico, y en forma de expresión musical. Una expresión que la llevaría en su grado más extremo, a la hora de hacer el coqueteo entre el Blues, y el Rock. Gran parte de esa energía, se desenvuelve en el principal tema que da pistoletazo al álbum, "Daze of the night", una canción hecha a base de riffs donde destripa así los sonidos más cercanos a uno de sus grandes ídolos de la guitarra, Jimi Hendrix. Escapando de la aptitud más psicodélica, Healey entabla su sonido con el mago voodoo de la guitarra, a través de resaltar su faceta más progresiva dentro del Blues, sin perder el tímpano de su sonido clásico, en su faceta eléctrica. Así muestra "Moodswing", pasando a la acústica con "Baby blue", donde viste la añoranza en el transcurso de una poema semi electrico. Dejando ese maravilloso pasaje a "I Misunderstood", escrita por el músico inglés de Folk Rock, Richard Thompson, Jeff Healey lleva la canción un paso más adelante dentro del sonido original que hizo el propio Thompson en su versión original. Llevando el tema hacia el Blues. No me gustaría terminar sin mencionar "Temptation", canción que defiende, define este maravilloso álbum como una poesía eléctrica, cercana a los sonidos más duros del Rock, sin perder esa elegancia dentro del Blues.