Hace mucho tiempo (9 años para ser exactos), en una galaxia muy, muy lejana (concretamente en Sevilla), una asociación de valerosos fanáticos del universo Star Wars inauguraban una serie de encuentros temáticos, que portarían el nombre de JEHES (Jornadas y Exposición HoloRed Estelar Sevilla), con el objetivo de derrocar al malvado imperio de la ignorancia cultural y poder dar así el sitio merecido a la mal llamada subcultura.
¿Qué mejor que empezar esta crónica, emulando los famosos rótulos amarillos de la saga Star Wars? Pues me atrevería a decir algo más llamativo y es que algo se mueve en la capital andaluza.
He aquí la prueba de que estuve en la 9ª JEHES y llamé la atención de algún clon que otro
Como habéis visto, asistimos a la 9ª JEHES, organizadas por la asociación Holored Estelar, esperando encontrar indicios claros de la cultura geek en la ciudad de Sevilla. Os podemos asegurar, que la primera impresión fue de alegría, al saber que la ciudad no sólo es pasto del folklore tradicional, sino que poco a poco se va generando otra corriente principal (que no alternativa) que permite a los seguidores del ocio moderno el desarrollar sus pasiones.
En cuanto al contenido de este encuentro, pudimos disfrutar de una nada desdeñable cantidad de merchandising y material relacionado con la saga Star Wars, así como un despliegue de medios bastante loables, que nos permitieron disfrutar de la presencia de un fabricante de armaduras o incluso de un actor secundario presente en El Retorno del Jedi, Gerald Home (famoso, además de por Star Wars, por ser el equivalente a la imagen de la lejía Don Limpio en Inglaterra). No faltaron tampoco los famosos cosplays, en algunos casos de una factura impecable, además de algunas actividades para todos los públicos, como talleres de construcción de réplicas de sables láser o campeonatos de videojuegos de La Guerra de las Galaxias.
Para terminar esta crónica, quisiera destacar un detalle muy importante que es el tratamiento adulto que se le dió a esta jornada, sin discriminar a los pequeños que se quisieron acercar, ya que en muchísimas ocasiones (más de las que querría) se le suele dar a estos eventos un carácter demasiado infantil. No fue así, por lo que cada uno de los adultos asistentes al encuentro se encontró muy cómodo, paseando por salones que, de no saber que pertenecen a la ciudad hispalense, bien podrían estar en el mismísimo Coruscant.
Sevilla se mueve… y no parece que sea siempre en la misma dirección