– Marina Muñoz Cervera –
El jengibre es una interesante raíz que se utiliza como condimento.
Es la raíz o rizoma de una planta herbácea, conocida en botánica como Zingiber officinale, familia Zingiberaceae.
Hace más de 4000 años está raíz ya se conocía en Asia, de dónde se considera que procede, y está presente e textos hindúes, chinos y de Oriente Medio, por sus propiedades culinarias y aromáticas, pero también medicinales.
En nuestro medio, podemos encontrar jengibre fresco, molido, en cápsulas y formando parte de otros condimentos como el curry y especias árabes.
Desde el punto de vista nutricional.
El jengibre contiene proteínas, grasas e hidratos de carbono en muy pequeña cantidad. Sin embargo, la calidad de sus grasas es excelente, ya que contiene ácido oleico y linoleico.
Por otra parte, el aceite de jengibre (obtenido por destilación del polvo) es muy rico en «sesquiterpenos hidrocarbonados», que podrían ser responsables, entre otros compuestos, de la actividad antiinflamatoria de este rizoma.
Nos aporta vitaminas del grupo B, como la B6 y B3, ácido fólico, vitamina C y E. Además de minerales como hierro, cobre, calcio, fósforo, magnesio, selenio, sodio y zinc, entre otros.
Los compuestos que le confieren su sabor picante se conocen como «gingeroles».
El jengibre como medicina.
Este rizoma ha sido utilizado como medicina por muchas civilizaciones, entre ellas la asiática y la hindú con innumerables aplicaciones.
- Carminativo (ayuda a eliminar el meteorismo intestinal)
- Espasmolítico (relaja la musculatura intestinal)
- Antioxidante
- Antiinflamatorio
- Antiemético (reduce las náuseas y los vómitos).
- Antioxidante (protege frente al daño oxidativo de los radicales libres).
- Mejora la circulación.
- Hipoglucemiante (reduce la glucosa en sangre).
Entre otras muchas aplicaciones descritas.
¿Cómo utilizamos el jengibre en la cocina?
El jengibre puede tomarse solo, en forma de infusión. Para ello solo tenemos que rallar la raíz, y sobre la misma añadir agua tibia o caliente.
O bien, como condimento, es decir formando parte de salsas, guisos, panes, batidos de frutas y/o verduras, etc. Es muy típico en los platos orientales.
Son multitud las recetas que incluyen jengibre en su preparación, ya sea para marinar carnes y pescados, como formando parte de salsas o formando parte de dulces (galletas, panes, pasteles, etc.)
Ejemplos:
Pollo al jengibre y limón
Solo tenemos que rallar el jengibre fresco, mezclarlo con zumo de limón y miel, y marinar nuestro pollo. Seguidamente podemos asarlo o saltearlo.
Merluza al jengibre y naranja
Preparamos nuestro marinado con jengibre fresco rallado, zumo de naranja, ajo y aceite de oliva. Marinamos la merluza y luego podemos cocinarla al vapor.
Jugo de zanahoria, manzana y jenjibre
Necesitamos 2 zanahorias, 1 manzana roja, un trocito de jengibre, de uno 2 cm y una cucharadita de miel.
Pelamos las zanahorias y la manzana, rallamos o cortamos en trocitos el jengibre y agregamos los ingredientes y la miel en una batidora con un poco de agua fría. Batimos hasta obtener una mezcla suave y añadimos agua al gusto hasta obtener la consistencia deseada.
Como vemos, disfrutando de su característico sabor, este rizoma nos permite mejorar nuestra salud.
Es importante que tengamos en cuenta, que al utilizar un condimento como medicamento natural, es decir si lo tomamos en mayor cantidad de lo que se entiende como ingrediente culinario, propiamente dicho, estamos actuando sobre nuestro organismo, y el asesoramiento es necesario, sobre todo si ya padecemos una enfermedad y estamos utilizando fármacos.
Bibliografía consultada:
- DEIV SH (2025). «Cocina con jengibre: salud y sabor». Edición Kindle.
- Salgado, Fernando (2011). El jengibre (Zingiber officinale) Ginger (Zingiber officinale). Revista Internacional de Acupuntura, Vol.5, número 4. páginas 167-173. Elsevier.
