“JLo salió al escenario puntual, ligerita de ropa, como de costumbre, y se contoneó de esa manera tan sensual que ella practica, pero la acogida en Marruecos no fue la misma que suele tener la cantante en otros países. La estrella internacional se enfrenta a una demanda interpuesta por el Gobierno marroquí del partido islamista moderado PJD -Partido Justicia y Desarrollo- debido al concierto que interpretó en Rabat el viernes 29 de mayo. Era la apertura del Mawazine, el festival más importante de Marruecos, patrocinado por el Rey Mohamed VI“.
A mi personalmente me gusta la actris y cantante, con curvas potentes, algo alejada de modelos andróginas, de tanto tirón en las pasarelas regidas por modistos frecuentemente homosexuales, pero a lo que se ve, no es del gusto musulmán, musulmán moderado, quiero decir. De una república islámica no hubiese salido viva, posiblemente se la obsequiaría con un concurso de lanzamiento de regodones en el que ella sería la diana. Denunciar a Jennifer López es un ejercicio de mal gusto, más por lucir del modo que hace en la instantánea que ilustra nuestra entrada diaria, en la que además de estupenda, se puede considerar casi recatada, con medias y todo. La tolerancia no es una de las cualidades de Algeciras hacia el sur y en todo oriente próximo, ni tampoco la de algunos sesudos progresistas con la fiesta nacional en pagos más próximos, y sin embargo, debería ser el pilar fundamental sobre el que asentar la convivencia, tanto en el seno de nuestro país, como con las naciones vecinas. Demandar a JLo por hacer su trabajo es un ejemplo de como no deben hacerse las cosas, además de demostrar cierta ineptitud por parte de quien la haya contratado: No es adecuado llevar de bombero a un pirómano, y si nuestros amigos marroquíes querían un show con burka, no eligieron a la persona adecuada. Siento que no haya sido del agrado de nuestros vecinos sureños, porque a mi la actriz cantante me gusta, en el cine y su música, y si además es posible admirar sus curvas, mejor que mejor. No me explico como una religión puede sentirse ofendida por ello.