Mientras Marc Anthony llora por los rincones su amor por Jennifer, la López se consuela con Bradley Cooper, que es guapisisisimo y actúa en ella como una inyección revitalizante.
Los flashes así lo demuestran, aunque ella, sencilla y trabajadora como una hormiga cualquiera, asegura que se tratan tan solo de “fortuitos encuentros de trabajo” sus citas por el parque, restaurantes, pasarelas y demás.
Pero a sus amigos les comenta que Bradley se preocupa por ella y la hace reir…
¿Tal vez cosquillas de esas que ahora están tan de moda?…
Tenemos que aprender a “reírnos” como Jennifer, con chicos guapos…