Así es como define la RAE la palabra Jerarquía:
"Gradación de personas, valores o dignidades."
La jerarquía es una necesidad en determinados trabajos, uno de los mejores ejemplos es el mío. Sin profesionales asumiendo diversos niveles de responsabilidad en función de sus capacidades y experiencia, sería muy difícil hacer que las cosas funcionaran como deben.
La jerarquía, si funciona bien, es una pirámide, en la que los escalones más bajos, son también los más amplios, y dan sustentación a los que se elevan por encima de ellos. También son necesarios para alcanzar niveles superiores. Cuánto más robusta sea la base, más alto podrá elevarse el edificio. Sin niveles superiores la estructura está incompleta, y hay ciertas necesidades que se quedan sin cubrir. Llegar a la cima de la pirámide significa haber pasado antes por cada uno de los escalones que la sostienen. Hay vistas que no pueden apreciarse desde abajo.
Por otra parte, estar arriba significa poder confiar en los cimientos sobre los que te estás apoyando. Para poder hacer bien tu trabajo en la base es preciso que cuando pidas un vistazo desde niveles superiores quien te lo da, vea lo mismo que tu ves, y un poco más (a veces mucho más). Para que la cosas funcionen debe haber trabajo en equipo, esa musicalidad que hace que la melodía sea armónica.
El peligro de la jerarquía, es el hecho de que establecer niveles puede hacer que se pierda la conciencia de equipo. Estar colocados según gradación, como dice la RAE, puede hacer que unos piensen que no son dignos de hacer determinados trabajos o que otros tomen responsabilidades que no les correspondan. Normalmente, la cosa pasaría a ser así:
O sea, que en resumidas cuentas, y siempre desde mi punto de vista (parcial, y seguramente erróneo en muchas cosas, porque nunca he visto la pirámide desde arriba), la jerarquía, es una buena forma de trabajar, si se hace en equipo.