Revista Opinión
Ha vuelto después de cinco años aquel estudiante erasmus que había pasado en Cádiz los mejores meses de su vida. Terminada su tesis doctoral en la universidad de Toulouse, que lleva por título ¨Registro y análisis de sonidos pasados ¨, en el mismo demuestra que es posible registrar sonidos que se han producido en épocas pasadas, algo que tiene que ver con el campo de las psicofonías, pero que una vez analizadas y contextualizadas se alejan de los fenómenos paranormales. Ahora, becado por la multinacional SONY para poner a punto los equipos de grabación especiales de ¨sonidos pasados ¨ que esta marca va a lanzar al mercado, con el reto de explicarlos.
Durante su época de estudiante, Jeremy tuvo la oportunidad de asistir a un pleno del Ayuntamiento, presidido en aquella época por Teofila Martínez. Al salir me comentó que había observado como, cada vez que intervenía la alcaldesa, los decibelios aumentaban de forma significativa. Es súper interesant, me dijo en un medio francés pasado por el tamiz de la Caleta, el sistema de audio es tres inteligent, o la Teo grita más que el resto.
En esta ocasión ha vuelto al salón de plenos vacío con sus equipos de grabación, tres días ha estado grabando el silencio, revisando vídeos, todo para explicar esa diferencia de decibelios en las intervenciones. Lo ha conseguido, registrar el audio de un pleno de hace siete años, así como todos y cada uno de los sonidos, por pequeños que fueran, que allí se produjeron. Después de horas, de días analizando todo lo grabado ha llegado a la conclusión de que, no es que el equipo de megafonía fuera inteligente, no es que Teofila Martínez hablara a superior volumen que el resto, todo más sencillo. Ha detectado en las grabaciones pequeños ¨clics¨ que provenían de la bancada ocupada por los concejales del PP, Jeremy sentencia, la diferencia de volumen está provocada porque alguna concejal tenía el mando a distancia del amplificador, que subía cuando intervenía la alcaldesa. Ves, me dice, cómo no hay fenómenos paranormales.
Hoy le he acompañado al aeropuerto, una vez concluido el trabajo y probados los equipos de grabación, regresa a Tokio para redactar los informes del proyecto realizado.
Me ha preguntado si alguna vez el edificio del Ayuntamiento,ha sido teatro o algo así, le he contestado que no estoy seguro, pero que creo que no.
No, es que mientras que estaba preparando y probando los equipos en el salón de plenos, se han registrado unos susurros que me recordaba a la obra de teatro Oleanna, de David Mamet,.... si hombre, me dice ante mi cara de no saber de qué me habla, esa obra en la alguien acosa a una estudiante. Ni idea le confirmo.
Bueno, puede ser el objeto de otra visita para comprobar que no es un fenómeno del más allá, dice sonriendo, mientras pita el arco de detección de metales que le lleva a la sala de embarque.